Los muros de una antigua fundación del distrito XI de París albergan el primer centro de arte digital de la ciudad, llamado L’Atelier des Lumières. Un inmenso espacio dedicado única y exclusivamente a la muestra de grandes proyectos expositivos de inmersión, en los que la tecnología digital juega el papel principal a la hora de añadir dinamismo a las obras, amplificar emociones y llegar al mayor número de personas. Tres mil trescientos metros cuadrados de superficie son el gran lienzo que se divide en dos grandes áreas de exposición, la Halle, creada para las grandes figuras de la historia del arte, y Le Studio, comprometida con los artistas emergentes.

El pasado mes de abril se inauguró en París el centro de arte digital L’Atelier des Lumières de la mano de la gestora y promotora cultural Culturespaces, pionera en el campo de las exposiciones digitales. La creación del Atelier des Lumières en la antigua fundición de hierro Plichon, fundada en el siglo XIX en el corazón del este de la ciudad y actualmente en recuperación, es parte esencial de la experiencia artística, según explican los responsables de Culturespaces. Un enclave patrimonial, de historia y carácter industrial, que ha forjado la identidad del proyecto gracias a su arquitectura monumental, destacada por la estructura metálica original que se extiende a lo largo de la gran sala.

Culturespaces desarrolló en 2012 el sistema AMIEX® (Art & Music Inmersive Experience), que permite la virtualización de las obras de arte a través de proyecciones de una altísima resolución combinadas con música, de manera que el visitante se encuentra envuelto en una atmósfera sensorial que le lleva a contemplar el arte de una forma nueva y diferente. Con motivo de su inauguración los responsables del Atelier des Lumières han presentado una exposición inmersiva dedicada a los principales artistas de la escena artística vienesa, de la que Gustav Klimt era una figura clave.

Para conmemorar el centenario de la muerte del pintor, sus obras han cobrado vida al sonido de la música en la inmensa superficie de proyección de la antigua fundición. En la Viena Imperial de finales del siglo XIX, Gustav Klimt fue uno de los principales pintores decorativos de los suntuosos monumentos de la Ringstrasse, y dirigió el movimiento que trataba de romper el arte académico, allanando el camino a la pintura moderna. Los motivos dorados y decorativos que caracterizan las obras de Klimt son un símbolo de esta revolución artística. La exposición inmersiva que recoge la sala Le Hall del Atelier des Lumières incluye las obras que tipifican el trabajo del artista y que lo hizo tan famoso, su etapa dorada, retratos y paisajes. La exposición inmersiva cuenta también con obras de grandes artistas vieneses como Egon Schiele y Friedensreich Hundertwasser, influenciados por la obra de Klimt. L’Atelier des Lumières ha contado con la colaboración del pianista y compositor Luca Longobardi, quien ha elegido una serie de piezas para acompañar las imágenes en movimiento de una secuencia de obras a la siguiente y mejorar la experiencia emocional de las exposiciones inmersivas. Si estáis pensando en hacer un viaje a París en los próximos meses, L’ Atelier de Lumières es una de las razones para hacerlo sin más dilación, la exposición de Gustav Klimt estará abierta hasta el 11 de noviembre de 2018.

www.atelier-lumieres.com

Texto: Rosario Muñoz

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