SpY, el artista urbano anónimo colabora con Eastpak en un film donde nos descubre su universo creativo y la inspiración tras su trabajo artístico. El espíritu tras la obra de SpY comulga a la perfección con el lema Built to Resist de Eastpak. Eastpak une sus fuerzas con diferentes creativos que trabajan inspirados por su entorno urbano. SpY es un artista urbano con una capacidad única para transformar espacios públicos en obras generadoras de diálogo.
El artista transforma los espacios urbanos a través de intervenciones artística. Su motivación es desarrollar sus obras para que la gente disfrute de ellas. Son pellizcos de intención que se esconden en una esquina para quien se quiera dejar sorprender.
El graffiti como origen
Las piezas que SpY veía en los muros de la ciudad hizo despertar al espíritu inquieto de su interior. Comenzó a pintar graffiti y no paró, hasta que nuevas ideas comenzaron a surgir. La necesidad de abordar nuevos métodos de trabajo le llevaron a desarrollar su perfil de artista urbano. Su conocimiento de la ciudad tras todos esos años en el mundo del graffiti ha sido clave en su trabajo. Gracias al graffiti SpY posee la capacidad de ver la urbe como un marco con grandes posibilidades.
La urbe es su lienzo
SpY explora la ciudad montado en su bicicleta. Este medio de transporte le ofrece el anonimato, la autonomía y la libertad que necesita para crear. Un espacio, una ciudad, un lugar en concreto pueden ser los detonantes de un nuevo proyecto. Pero también lo puede ser una circunstancia social. Lo importante es llegar a las personas a través de ideas simples y directas, y generar algún tipo de reacción. Ironía y humor son indispensables en su obra, y le ayudan a convertir a los ciudadanos en cómplices. La voluntad de juego, la cuidadosa atención al contexto de cada pieza y una actitud constructiva y no invasiva caracterizan inconfundiblemente sus actuaciones. Su obra es de carácter efímero. Forma parte de la transformación de las ciudades. Es inevitable que desaparezca, más tarde o más temprano. Trabajos como CRISIS, un mural confeccionado con 1000 euros en monedas de 2 cm, duró 24 horas.
Texto: Rosario Muñoz
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