Entrevistamos a Rafa Mallo, batería de Triángulo de Amor Bizarro, con motivo de su último álbum, oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ, que tuvo continuidad con Detrás del Espejo: Variaciones y Ecos, donde artistas como Soleá Morente, Carolina Durante o Jota de Los Planetas remezclan sus últimas canciones. También charlamos sobre su vuelta a la sala Capitol de Santiago de Compostela el pasado diciembre, sobre música hecha en Galicia y otros temas de interés.
En diciembre Triángulo de Amor Bizarro volvisteis a actuar en directo en una sala, la Capitol de Santiago de Compostela, ¿qué tal fue la experiencia?
Pues fue un concierto de lo más emocionante. Porque no solo es que volviéramos a tocar en una sala; encima era en Galicia, y en la Capitol, que para nosotros es una sala muy emblemática. Como espectadores siempre hemos visto ahí a bandas que nos flipan. Así que la sensación de volver a tocar en directo para gente cercana que consideramos amigos, que quizá no fueron a los conciertos sentados y que estuvieron esperando ese momento, pues fue muy emocionante; y la sensación más parecida a volver a tocar desde hacía dos años. Volver a tocar como era antes. Y ver a la gente disfrutar y sentirlo de verdad. Con el extra de lo que es estar en casa y que fuera en una sala que representa tanto para nosotros. En una palabra: especial.
Galicia, capital musical
¿Cómo valoráis el apoyo que da SON Estrella Galicia a las bandas nacionales y, en concreto, a una banda gallega como la vuestra?
Tenemos amigos muy amigos trabajando allí y por eso la relación es muy buena. Pero independientemente de eso, de haber crecido en paralelo como quien dice, creo que hacen una labor muy importante generando un espacio alrededor de las salas para el público y para las bandas. En Galicia, pero en todo el país, cuidan mucho las salas, los conciertos y los grupos que traen. Eso como público lo aprecio mucho. Por eso me gusta trabajar con ellos: porque valoran el concierto desde el punto de vista del lugar y del grupo, para dárselo todo al público como una marca de garantía de calidad.
Como uno de los destacados representantes de la música que se hace en Galicia, ¿qué bandas de tu comunidad nos recomendarías escuchar ahora mismo?
Ahora mismo en Galicia hay bastantes bandas que lo están haciendo bien y se han ganado tener visibilidad. Mundo Prestigio, por ejemplo, están haciendo algo muy interesante. Néboa, que son unos chavales de Catoira y ganaron el premio al mejor álbum de gallego en los últimos MIN. Grande Amore, que ya los conoce todo el mundo. Pantis, el proyecto de Rubén Domínguez, que lleva ya muchos discos y tiene una evolución muy interesante. Oh Ayatollah también me parece un grupo muy fresco e interesante. Hay muchas, y la escena es ahora muy variopinta. De hecho, algunos yo creo que ya han hecho cosas con SON Estrella Galicia.
Ni la pandemia detuvo a Triángulo de Amor Bizarro
Hablemos del disco, que salió justo cuando empezaron todas las restricciones por la pandemia y el confinamiento. ¿Cómo vivisteis el lanzamiento?
La verdad es que fue justo en el momento más crítico de la historia de la humanidad en los últimos 50 años. Yo recuerdo estar ultimando algunos detalles de la promoción y de los conciertos, que ya lo teníamos todo fijado, y de repente empezamos a ver que se podía cerrar todo el país. Y nos fuimos cada uno a su casa con la sensación de que iban a ser 15 días… y aquí seguimos. Pero hubo una conversación sobre qué íbamos a hacer y nosotros pensamos que lo mejor era seguir adelante porque al final un disco no es un trabajo de solo el momento en el que va a salir: llevábamos trabajando en él años.
Además pensamos que habría mucha gente que lo querría escuchar y al no saber realmente qué iba a pasar, decidimos sacarlo igualmente. Y hubo mucha gente que nos lo agradeció mucho, y fue muy importante para nosotros. La verdad es que ese feedback nos ayudó a sobrellevar lo que estábamos viviendo.
Hubo artistas que en lugar de sacar los discos que tenían programados, decidieron esperar. ¿Crees que para vosotros sacarlo fue la mejor opción?
Nunca se sabe, ni lo sabremos. En ese momento nadie sabía lo que iba a pasar. Entiendo que a posteriori puedas pensar que fue mejor sacarlo; pero en realidad no fue un momento bueno, y a partir de entonces tampoco hubo momentos buenos. Pero nosotros teníamos un plan y decidimos seguir con él. Y no nos arrepentimos, creo que fue positivo. Pero seguro que hubo casos que decidieron esperar y les fue bien.
Doble gestación
¿Cómo fue el proceso de grabación? Porque Isa y Rodrigo fueron padres justo antes del lanzamiento, ¿verdad? ¿Condicionó algo?
No afectó demasiado al proceso de grabación. Quizá Isa sufrió algo de cansancio en algún momento, pero apenas se apreció. Tampoco fue algo planificado, pero los tiempos coincidieron. Y oye, al menos gracias a la pandemia ellos pudieron centrarse en estar con un recién nacido, que dentro de lo malo no está tan mal. Pero a la grabación no afectó.
Al final con este disco tuvimos la suerte de poder dedicar mucho tiempo al estudio, trabajando mucho en las bases y en los sonidos. Teníamos una parte del trabajo que ya traíamos hecho desde nuestro local de ensayo, y Carlos, que es nuestro productor, hizo la grabación en el propio estudio pero también coordinaba lo que nosotros hacíamos para poder partir de esos sonidos que ya traíamos, luego grabar más cosas en el estudio, y después seguir grabando. En ese sentido sí ha sido un trabajo diferente respecto al de otros discos. Incorporamos nuevas formas de hacer las canciones. Nos centramos mucho en qué tenía que expresar cada canción.
Triángulo de Amor Bizarro, en su mejor momento
¿Qué dirías que tiene este disco de Triángulo de Amor Bizarro que no tiene ningún otro anterior?
Principalmente, que cada canción está dedicada a una cosa. Es decir: la música y la letra van hacia el mismo lado. Nosotros jugábamos más con dar una de cal y una de arena. Si era una canción violenta pues la letra tenía un poco de gracia para quitarle hierro. Y aquí cortamos eso: intentamos ir en una sola dirección con cada tema. Además, quizá hay emociones más complejas, y tratamos de manifestarlas de forma más pura. Por lo demás, la forma de hacerlo. Ya llevamos muchos años y muchos discos y de lo que huimos es de repetirnos. Necesitamos tener la sensación de que no estamos fabricando, sino que es un trabajo más de encontrar algo. Sentirnos más en una mina que en una fábrica, por decirlo de alguna forma.
¿Crees que estáis en vuestro mejor momento?
Yo creo que todos los grupos, cuando sacamos nuestros últimos discos, pensamos que es nuestro mejor disco y que estamos en nuestro mejor momento. Porque no puede ser de otra forma. Estamos en un momento de cambio muy grande con respecto a cómo era para nosotros tocar hasta ahora: metimos nuevos instrumentos y tuvimos que readaptar ciertas cosas en las canciones, así que todo es muy nuevo para nosotros como músicos a la hora de tocar; y eso lo hace más fresco y más divertido también. Y además podemos tocar poco: que es malo para nosotros como grupo, pero a la vez tienes más ganas. Así que creo que sí es un buen momento, dentro de que es un mal momento global.
Recuerdo vuestro concierto en las Nits del Primavera en verano del año pasado: se notaba esa energía, esas ganas de tocar.
Sí, aquel fue el segundo concierto que dimos de este disco. En general somos bastante emocionales tocando, y en aquella ocasión habíamos tocado en el mismo fin de semana en Madrid y en Barcelona, que fueron el primero y el segundo que dábamos. Fue reencontrarse con el directo ¡y fue la ostia! Un descorche brutal. Fue muy emocionante.
Canciones con doble vida
Quiero preguntarte sobre Detrás del Espejo: Variaciones y Ecos, el disco de versiones: ¿cómo surgió esta idea?
Siempre nos había rondado por la cabeza lo de los remixes: hablar con alguien que nos transformase alguna canción. Y durante el confinamiento fue una de las ideas que estuvimos explorando. Hablamos con la discográfica, fue tomando forma y hablamos con un montón de músicos a ver si les apetecía. Nosotros les dimos libertad absoluta y nos dieron de vuelta canciones totalmente diferentes, en muchos casos reinterpretaciones llevadas a otro punto que nosotros ni concebíamos. Fue un ejercicio que nos sirvió mucho para ver cómo se podían transformar las canciones. Quedamos muy contentos y muy agradecidos. Nos parece un disco totalmente nuevo.
Y asombrados, supongo.
¡Sí! Antes, que hablábamos de grupos de Galicia, Aries, por ejemplo, hizo una canción totalmente diferente, en su estilo, y me parece una de las más sorprendentes. O Erik Urano. ¡Cómo hizo ‘Ruptura’! O poder contar con gente que admiras como Jota. Fue un regalo como músico, pero también como fan.
¿Teníais claro quién queríais que hiciera cada canción?
Fue todo contactar con gente y preguntar qué canción les apetecía hacer. No estaba todo planeado. Les dimos libertad total, intentando que no todo el mundo hiciera la misma canción. Fue todo muy natural y eso la verdad es que nos sorprendió.
Porque, ¿vosotros tuvisteis que grabar algo de nuevo para las versiones?
Rodrigo sí que grabó algo para la versión de ‘ASMR para ti’ que hizo Soleá Morente. Ella hizo la voz y Rodrigo completó después con una música un poquito más espectral y expansiva. Pero en las demás la gente usó las propias pistas de la canción o lo grabaron todo de nuevo. Era un momento en el que tampoco nos podíamos juntar por las restricciones de movilidad, así que tampoco se buscó que pudiéramos coincidir con los artistas.
Entrevista: Pablo Luna
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