El legado de Sitges 2022, la 55ª edición de la cita, es inaprensible, pero tratamos de resumirlo en 10 películas por las que será recordada, mejorando lo presente y a tono con el año que le ha tocado vivir.
Sitges 2022, una inauguración divina
El festival de cine fantástico más grande del mundo se celebra curiosamente en Catalunya y no en cualquier otro rincón del globo, algo que siempre nos deja perplejos a los barceloneses, no del todo conscientes de la inmensa suerte que representa disponer de la friolera de casi 300 títulos, en distintos formatos, al alcance de la vista, a lo largo de once intensos días.
Esta vez arrancaron con «Venus», la última película del hijo predilecto del festival, Jaume Balagueró, que consagra a Ester Expósito como algo más que la nueva reina del grito. La estrella de Élite no se limita a chillar, es más una heroína que sabe cómo abrirse camino en un mundo, el de la discoteca de extrarradio donde trabaja de gogó, dominado por hombres tan primitivos como agresivos.
Acabará cubierta de sangre, con el cuerpo magullado hasta lo indecible, pero no será sólo por culpa de los hombres… Todo irá a peor cuando encuentre un supuesto refugio en un edificio abandonado de la mano de Dios, en el que ya sólo quedan unas pocas vecinas. Como el de Rec, clásico codirigido por Paco Plaza del que se celebraba el 15º aniversario, otro edificio para salir corriendo. Se estrena el 2 de diciembre.
El aperitivo de lo prohibido
Fuera de concurso se presentó «Mantícora», la nueva película del director de «Magical Girl», que despejó cualquier duda y se encontró con el aplauso más unánime de esta edición. Carlos Vermut parte de un planteamiento que puede parecer sórdido sobre el papel, si tenemos en cuenta las intolerables debilidades del protagonista, en lucha contra sus propios deseos, pero el cineasta no sólo lo resuelve con elegancia, ingenio y maestría, sino que convierte el relato en una parábola sobre la naturaleza culpable de las imágenes, en cuanto estas se materializan.
Si somos incapaces de dominar nuestras fantasías, porque el mundo nos ha hecho así, nuestra responsabilidad comienza cuando las proyectamos al exterior, ya sea en el mundo real como en el virtual. Parece una obviedad, pero el realizador se las arregla para convertirlo en una zona pantanosa, donde es evidente, aunque intente disimularlo, que disfruta jugando al gato y al ratón con el espectador, haciéndole sentir cosas que tal vez no debería. Se estrena el próximo 9 de diciembre.
Los cigarrillos de la risa
Y por partida doble. El francés Quentin Dupieux, también conocido como Mr Oizoo (Sr Pajarito) en su faceta de músico electrónico que se abrió camino apadrinado por Laurent Garnier hace más de dos décadas, hizo doblete y parada en Sitges para recoger uno de los premios honoríficos de esta edición.
Por un lado, presentó «Incroyable mais vrai», una película de viajes en el tiempo de andar por casa, un poco al estilo Cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007), pero sin provocar migraña en el respetable. Por el otro, advirtió que «Fumar provoca tos», cosa que quizás ya sabíamos, pero de la que no todo el mundo está al tanto, un título absurdo, en el mejor de los sentidos, para adentrarnos en el día a día de un grupo de ridículos superhéroes que parecen salidos de una serie japonesa de los 80. La primera se estrenará el 20 de enero de 2023, la segunda un poco más tarde.
La polémica de cada año
No hay festival de Sitges sin polémica, es un clásico, como cuando se decía que había una ambulancia esperando a que alguien se desmayara (ya parece que nadie lo hace, estaremos curados de espanto). Y la película polémica fue «Speak No Evil», del danés Cristian Tafdrup, que explora lo que ocurre cuando decides visitar a nuevos amigos que, en el fondo, no conoces en absoluto.
Si te daban buena espina, quizás estabas totalmente equivocado. Como consejo, de lo más acertado, pero la audiencia a hachazos. La película genera un espiral de incomodidad, a medida que los anfitriones son más y más desagradables (mientras los invitados no reaccionan, presos de sus propias convenciones), que va con un extra que ha molestado. El no saber si realmente se trata de una crítica a la extrema derecha, o justo todo lo contrario. Sin fecha de estreno.
Sorpresa, sorpresa en Sitges 2022
El Jurado no lo tenía nada fácil, ya que se enfrentaba a la friolera de unas 30 películas, pero sorprendió a propios y extraños entregando el premio gordo, y otros tres galardones, al finlandés Jalmari Helander, conocido por «Rare Exports», una personal revisión del mito de Santa Claus.
Con «Sisu», revisa el cine bélico, pues su protagonista, el también premiado Jorma Tommila, se enfrenta nada menos que a un comando nazi que trata de robarle su tesoro. En este sentido es menos sorprendente que «Speak No Evil», aquí está más claro quienes son los malos. Tampoco tiene fecha de estreno.
España se anima de la mano de Sitges 2022
Tiene mucho mérito que, en un festival que concentra la mejor animación del mundo (japonesa), diera tanto que hablar una película española como «Unicorn Wars», de Alberto Vázquez, que parte de una premisa tan descaradamente cuqui como un enfrentamiento entre ositos y unicornios, para convertirlo en un delirio de fantasía gore que habla de cosas tan serias como la guerra en su más cruda expresión.
Un nuevo triunfo para el dibujante e ilustrador que se dio a conocer en el mundo del cine con aquel largo, codirigido junto a Pedro Rivero, llamado «Psiconautas, los niños olvidados» (2015). Se estrena el 21 de octubre, pero no se recomienda ir con los más pequeños de la casa. Hay más sangre aquí que en todo Érase una vez el hombre.
El confinamiento definitivo
La experiencia del confinamiento nos persigue, no podemos escapar de ella, y no parece que haya dado películas extraordinarias, hasta «La tour». El francés Guillaume Nicloux, compinche habitual de Michel Houellebecq, sorprendió con una premisa de lo más extraña, que lo es menos si lo comparamos con nuestro pasado reciente.
¿Qué pasaría si una de esas torres de babel de la conflictiva banlieue parisina acabara rodeara del más insondable y literalmente impenetrable vacío?. Las consecuencias son las que cabe esperar, en ese sentido la película es previsible, pero también culmina el cine de banlieue, más allá de «Atenea», la película de Romain Gavras, que ya parecía el clímax del género.
Cómeme by Your Name
El último fin de semana llegó «Bones of All», el romance caníbal de Luca Guadagnino con Timothée Chalamet y Taylor Russell, que encandiló a buena parte de la Audiencia del Mélià, la pantalla maestra del festival. No es perfecta, pero eso la hace más bonita, como ocurre con las chicas. Precedida por un trailer dominado por la voz rocosa de Leonard Cohen y su You Want It Darker, la película más esperada de la temporada llegará a las pantallas del resto de los mortales el 25 de noviembre.
Clausura a lo bestia
Y Sitges 2022 se despidió por todo lo alto con el pase de «As bestas», el thriller rural a la francesa de Rodrigo Sorogoyen, siempre secundado por la brillante Isabel Peña, que narra un enfrentamiento entre vecinos en una aldea de la Galicia profunda, en fin el colindante Bierzo.
La rapa de las bestas, una tradición que consiste en rapar caballos salvajes, que evidentemente no se dejan, sirve de elocuente metáfora visual y filosófica de esa bestia que, todos los hombres tratamos de reprimir, o no, por el mero hecho de serlo. Pero la película no se contenta con eso, le da muchas vueltas a la idea, y llega mucho más lejos. El 11 de noviembre en salas.
Un año más, Sitges fue un paraíso cinéfilo en el que recolectar perlas del indefinible mar de lo fantástico en el que cabe desde un estupendo thriller senegalés como «Saloum», de J.C. Herbulot, a retornos tan esperados como el de Maika Monroe, la adorada rubia de «It Follows» (2014), en «Watcher», de Chloe Okuno, o el del veterano Neil Marshall, el director de «Dog Soldiers» (2002), que demostró seguir en plena forma con The Lair.
Como siempre, en Sitges 2022 también hubo espacio para clásicos, como la versión restaurada de Condenados a vivir (Joaquín Luis Romero Marchent, 1972), el western nevado que volvió loco al Tarantino de «Los Odiosos Ocho» (2015). En resumen, una gozada.
Texto: Philipp Engel
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