Codea Studio es una agencia creativa 360. Está formada por un amplio equipo de creativos liderado por Alex, Jose y Ricard que abordan cada proyecto con la intención de desafiar los convencionalismos que rodean el mundo de la comunicación desde una perspectiva de valor social y humano.
Ninguno de los componentes de Codea comenzó su trayectoria profesional en la publicidad o el diseño gráfico. Esto no les ha impedido posicionarse como uno de los estudios con más proyección del panorama nacional. No en vano, fueron invitados a participar como ponentes en la pasada edición del festival OFFF de Barcelona.
Codea: «cuando empezamos era curioso que nadie del equipo hubiera estudiado publicidad o diseño gráfico, propiamente»
¿Quiénes sois Codea y cuáles son vuestra historia y background?
Los socios que iniciamos el proyecto somos Alex Martí, Jose Rosales y Ricard Sunyol, además del resto del equipo. Entre unos y otros ahora mismo somos unos 12. Y los backgrounds son muy diversos. Actualmente ya no tanto, pero cuando empezamos era curioso que nadie del equipo hubiera estudiado publicidad o diseño gráfico, propiamente. Esto último es una de las posibles razones por las cuales se nos identifica como ‘originales’ o ‘distintos’. Además de que muchos de nosotros y nosotras tenemos un background más relacionado con la literatura, el cine y el audiovisual en general, el periodismo, la música y un largo etcétera.
Os definís como una agencia creativa dispuesta a desafiar lo convencional, en todos los planos. En esta nueva era en la que lo insólito, lo peculiar y lo extravagante parecen la norma y se llevan el reconocimiento, ¿cómo conseguís sobresalir? ¿De qué manera se pueden desafiar los ‘nuevos convencionalismos’?
En este sentido, siempre nos repetimos que lo convencional, la normalidad, está en permanente evolución y reconfiguración respecto a lo que es insólito o no convencional. Es un bucle, realmente: lo nuevo pasa a ser lo habitual continuamente. Por esto acostumbramos a hablar de ser ‘no convencionales’, un concepto negativo, que funciona a la contra. Supongo que conseguiremos ser más extravagantes, por decirlo así. O insólitos, siempre que seamos capaces de identificar la convencionalidad y de experimentar dentro de las muy diversas formas (creativas) de contradecir, violentar, ironizar, atacar o innovar respecto a la convención de cada momento.
Codea Studio en el festival OFFF Barcelona
Dirección de arte y creación, marca y estrategia, diseño gráfico y producción… ¿Con qué disciplina os identificáis más?
Es posible que una de las claves de que nuestro trabajo pueda llegar a ser muy diverso y ecléctico es que nos cuesta identificarnos con una sola disciplina. Además, muchas de ellas están estrechamente relacionadas, como mínimo en cómo trabajamos nosotros.
No ha habido un proyecto de producción en el que lo gráfico no fuera importante, por poner un ejemplo en el que dos disciplinas se cruzan. No lo sé, somos muy inquietos y atrevidos, en el sentido de que continuamente hacemos cosas nuevas. Dentro de un marco más o menos controlable, claro. Que seamos incapaces de responder a esta pregunta simple y claramente da una prueba de hasta qué punto nos cuesta o no queremos identificarnos con una sola disciplina.
Codea Studio participó en la 22.ª edición del OFFF Barcelona como ponentes. ¿Qué significa para vosotros participar en un festival de estas características?
Pues muy contentos, muy contentos y muy nerviosos también. Es un honor compartir escenario con gente importante dentro del mundo del diseño, la comunicación y la creatividad. Fue una oportunidad más de intentar explicar cómo hacemos lo que hacemos, una cosa a la que no siempre nos vemos obligados pero que, cada vez que tenemos que hacerlo, nos ayuda a seguir formando un discurso sobre nuestro trabajo y nuestra forma de ser. En el ‘cómo lo hacemos’ y ‘quién lo hace’ está una de las últimas claves que descubrimos preparando la charla del OFFF, la importancia del más allá del talento o la profesionalidad (esto se aprende), cultivar una personalidad y carisma propios (esto es algo que uno mismo tiene que reconocer y potenciar).
«El fracaso y la equivocación acostumbran a estar relacionados con hacer algo por primera vez o a lo que no estás acostumbrado»
¿Cuál fue la dinámica de la ponencia?
La ponencia se desarrolló en base a dos polos conceptuales: la ‘no convencionalidad’ y la idea beckettiana de ‘fracasar mejor’. Desarrollamos distintas formas de ser no convencionales, relacionándolas con distintas herramientas o maneras de pensar: la ironía y el humor, contemplar los pensamientos negativos, las decisiones gratuitas, la parodia de códigos y lenguajes, la copia, y un largo etcétera.
Cada herramienta o inclinación creativa estaba relacionada con algunos proyectos. Además, explicamos dónde nos habíamos equivocado. Siempre sucede, aunque no todo el mundo lo cuente. Le damos más importancia a ‘fracasar mejor’ que a ‘tener éxito’, en el sentido de que el fracaso y la equivocación acostumbran a estar relacionados con hacer algo por primera vez o a lo que no estás acostumbrado. Si algún día dejamos de fracasar es que no estamos haciendo las cosas como tocan o como las entendemos. Es una especie de motor vital y creativo muy cercano al hecho humorístico, a entender que la vida es puro fracaso, pero no por esto dejamos de mejorar o de reír, de fracasar mejor.
Codea: «En el mejor de los casos nuestro trabajo debería contemplar lo humano, en su máximo esplendor y con todas sus complejidades»
Habláis de la necesidad de las marcas de hacerse un espacio relevante en la cultura contemporánea y en la vida de las personas. ¿Cómo puede una marca posicionarse como icono de la cultura pop? ¿Cuál sería la fórmula para que una marca llegue a naturalizarse en la vida de una persona?
No sé si hablaría de naturalizar una cosa con la otra. Es complejo. Entendemos que esto sucede, claro, pero lo importante, para nosotros, es que las marcas se comuniquen teniendo en cuenta una sensibilidad cultural, humana y social. Esta sensibilización está inevitablemente relacionada con cómo pensamos nosotros y nosotras. Cualquier persona que cree algo que no existía, lo quiera o no, está dando un punto de vista sobre lo que significa ser una persona, estar vivos y vivir en sociedad. Es una interdependencia inevitable: una cosa es que le queramos hacer más o menos caso, pero las marcas (y cómo se comunican) tienen una responsabilidad para con los consumidores.
Obviamente, cuando trabajamos en proyectos públicos o muy estrechamente relacionados con la cultura y el arte, esto se da de forma muy natural. Con marcas, digamos, más comerciales la cosa se complica. Estamos en ello, pero tenemos claro que unos y otros, creativos y clientes, por decirlo así, no podemos pasar por alto la responsabilidad de la que hablábamos, a muchos niveles. En el mejor de los casos nuestro trabajo debería contemplar lo humano, en su máximo esplendor y con todas sus complejidades. Es obvio que este caso ideal no se puede dar siempre.
«Que una cosa se transforme en algo propio depende del talento o las ganas que le pongas en descubrir cuál es la vuelta de tuerca que hará que sea percibida como nueva»
En el proyecto de identidad visual para Mixtape os inspiráis en la iconografía de los viejos CD y casetes del siglo XX para desarrollar la identidad del programa, con pinceladas de la estética de cada artista. Parece que a estas alturas del camino crear no es otra cosa que reinventar, pero con unos parámetros nuevos, en este caso los de los propios artistas, y vuestro criterio creativo. ¿En qué momento del proceso creativo la inspiración se transforma en algo propio, nuevo y genuino?
Los primeros escritores posmodernos norteamericanos de los 60, permitidnos que hablemos un momento de literatura, fueron de los primeros en entender la tradición que les precedía como un repertorio creativo. Hasta ese momento, en que el apogeo de esto eran las vanguardias, la tradición pasada se entendía como algo que superar, cada persona que creaba lo hacía dispuesta a romper con lo precedente.
Como bien implica vuestra pregunta, es obvio que estamos ya inmersos en esta concepción del pasado como repertorio, estético en este caso, como algo con lo que jugar, violentar, partir por la mitad o imitar voluntariamente mal. Como decíamos antes, que una cosa se transforme en algo propio depende del talento o las ganas que le pongas en descubrir cuál es la vuelta de tuerca que hará que una cosa sea percibida como nueva, o no como una mera cita. Cuando solo citas, caes en el peligro de hacer algo puramente nostálgico y repetitivo, sin interés, que revisita una cosa que ya se conocía.
Codea Studio, reconocible e inconfundible
En el trabajo que realizasteis para Pizza 24 rompisteis con las concepciones tradicionales del uso de la tipografía en la identidad corporativa, creando tipos específicos inspirados en los ingredientes. El resultado es totalmente refrescante, reconocible e inconfundible. ¿Qué más nos podéis contar de la evolución y el proceso de este proyecto tan diferente?
¡Gracias! Sí, creo recordar que la idea partía del hecho de que las pizzas tienen una receta muy original y distintiva. Tenía sentido hacer un lettering propio y original para cada sabor. Además, el hecho de tener un logo muy tipográfico y directo nos invitaba a poder construir algo mucho más ecléctico a nivel formal. Como las propias pizzas; de hecho, parten de una base muy clara y a partir de aquí se le echa de todo.
Además, había un tema de disfrute, tanto de la comida como de nuestro propio proceso, dos ideas muy ligadas a nuestra primera intención con el proyecto: hacer una identidad y un packaging que consiguieran salir de la convención habitual dentro del mundo de las pizzas de supermercado. Esta intención de innovar también la tenía el cliente con su propio producto, así que supongo que al final nos retroalimentamos.
«Hay algo en nuestra realidad más inmediata que se nos escapa por estar demasiado metidos en nuestro mundo»
¿Como Codea Studio, qué creéis que necesita el mundo hoy en día, en términos de creatividad y dirección de arte? Si la humanidad fuera un solo ente, un cliente único, ¿Cuál sería vuestra propuesta para conectar con el mundo (su mercado, su comunidad) en términos de branding y estrategia creativa? ¿Nos podéis ayudar a visionar un futuro mejor?
No tengo la más mínima idea de cómo responder a tal pregunta. Y mucho menos en nombre de Codea. Pero bueno, quiero pensar que la solidaridad, sacar un momento la cabeza de nuestros culos, entendiendo el culo como nuestra propia vida y frustraciones, sería un buen principio. Vivimos muy ensimismados, y es natural que así sea, es comprensible. Pero a veces solo hace falta mirar al otro e intentar entenderlo profundamente. Esta conexión con el otro, con la vida de los demás, con sus esperanzas y frustraciones, me parece un buen principio para que todos y todas conectemos de forma distinta a la de ahora, a nivel mundial.
Hay algo en nuestra realidad más inmediata, en las personas cercanas, en la gente con la que nos cruzamos en el metro o andando, que se nos escapa por estar demasiado metidos en nuestro mundo. Estar atento a todo esto, al otro más inmediato, pero también al lejano, supongo que se podría considerar una forma de humanismo. Esto y la curiosidad, que de hecho está íntimamente relacionada con la solidaridad o el altruismo. La forma más sensata de responder es que no puedo estar seguro.
Texto: Rosario Muñoz
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