Terry Richardson no necesita presentación. ¿Por qué? Porque lo más probable es que hayas visto alguna de sus ya icónicas fotografías queriendo o sin querer. El estilo visual y estético de Terry Richardson le ha convertido en un icono y referente de la moda. Su alcance no sólo es mediático sino que también ha marcado un antes y un después en la forma de presentar el producto y a las modelos.
La carrera imparable de Terry Richardson
Desde los años ’90, década en la que comenzó, trabajó para ya míticas revistas como la desaparecida The Face (que ha catapultado a gente como Naomi Campbell con 14 años), i-D o Arena. Llamó la atención siendo muy joven (recordemos que nació en 1968) ya que en el año 1995 realizó la campaña de Katharine Hamnett en la que las modelos llevaban faldas cortas y enseñaban el vello púbico. Desde entonces, su carrera ha sido imparable y ha subido como la espuma: las controvertidas imágenes para Tom Ford y su perfume sobre un pubis depilado (con grandes connotaciones sexuales) o las campañas para firmas como Marc Jacobs, Sisley, Yves Saint Laurent o Supreme.
También ha realizado vídeoclips para gente como Beyoncé, dirigió el de su single “XO”, “Red Lips” de Sky Ferreira y ha trabajado para otros grupos como Primal Scream o Death In Vegas. Han posado para él personajes como el presidente Obama, Lady Gaga, Miley Cyrus, Kylie Jenner. La lista de celebrities es abrumadora e infinita. No hace falta que te digamos mucho más para entender y adentrarte en la cosmogonía Terry Richardson porque su estilo, fondo blanco y flash, es ya inconfundible, además de imitado por miles de personas.
Texto: Nadia Leal
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