¡Por fin llegó la hora! Tras varios intentos llegaba el momento en que este pobre redactor podría ver en acción a 2-D, Murdoc Niccals, Noodle y Russel Hobbs, veinte años después de su álbum de debut (dicen que nunca es tarde si la dicha es buena) y en el 25 aniversario de Sónar Barcelona.
Iba yo cavilando en cómo sería ver sobre el escenario a estos personajes que, francamente, parecen sacados de una serie de dibujos animados (se han fijado, ¿verdad?) cuando en un SonarClub absolutamente abarrotado (pocas veces hemos visto una sala tan grande al límite de su capacidad a las diez de la noche) aparecieron unos tipos de carne y hueso (¡menuda decepción!) arrancando con M1 A1, a la que seguiría Tranz, tema del nuevo álbum The now now que publicarán a finales de mes. A pesar del disgusto de no poder ver a 2-D sobre el escenario, el tipo del jersey amarillo que le sustituía lo hacía bastante bien (me acabaron chivando que se trataba de Damon Albarn, algo que francamente me pareció un buen plan b). El rodillo se puso en marcha y apoyado en proyecciones en que 2-D, Niccals y compañía hacían acto de presencia virtual, los temas se sucedían (Last living souls, tomorrow comes today, Every planet we reach is dead) tendiendo hacia su vertiente más rockera hasta que llegó Superfast jellyfishn con la colaboración de Pos y Dave (integrantes de De La Soul).
Afianzado el hip-hop la mezcla de pop, rock, electrónica y dub se estabilizó conforme avanzaba la noche y se sucedían la presentación de los nuevos temas (Magic city, Humility) y las apariciones de invitados al micrófono (Jamie Principle, Michelle Ndegwa, Little Simz..). Para tratarse de una banda virtual Albarn sustituyendo a 2-D funcionó de fábula, alternando instrumentos (melódica, guitarra y hasta el piano) y bajando las escaleras del escenario en busca del calor del público en cuanto tenía ocasión (contacto físico a nivel Nick Cave, que ya es decir). Hacia el final volvieron a aparecer Pos y Dave (el contacto con De La Soul no ha de faltar nunca) en la adictiva Feel Good Inc. a la que al poco seguirían unos bises que nos llevaron hasta un final en la cima con, como no podía ser de otra manera, Clint Eastwood, excepcional broche de uno de los conciertos destacados en la celebración del veinticinco aniversario de uno de los festivales electrónicos de mayor transcendencia internacional. Gracias Sónar.
Texto: Javier Burgueño
Foto: Ariel Martini, Fernando Schlaepfer
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