Albert Salinas, Wooky, es uno más de los muchos hombres del renacimiento que mentienen en movimiento ese magma imparable que es la música electrónica underground. Solo o en compañía de otros, Salinas lleva más de diez años promoviendo, radiando, publicando y produciendo música de raíz electrónica. Como Wooky, sus producciones de fina IDM, dejaron huella con «Montjuïc», un Lp lleno de ensoñación electrónica. Como miembro del colectivo Lapsus está detrás de la organización del fantástico festival del mismo nombre que cada año da la bienvenida a la primavera desde los escenarios barceloneses. Un festival que antepone la calidad de las propuestas y la comodidad del espectador a cualquier tentación mercantilista. Este año nombres como Hans-Joachim Roedelius, Craig Leon, Lee Gamble o D’Arcangelo seguirán elevando un listón que año tras año se antoja simplemente insuperable.
Recuerdo que decías que “Archives”, su último LP a medias con bRUNA (Lapsus, 2016), era un borrón y cuenta nueva en tu carrera discográfica. En febrero te vi en el que decías que era el último concierto con ese material teloneando a Pye Corner Audio en el Laut. ¿Para cuándo el nuevo disco? Necesitaba dejar atrás tanto «Montjuïc» (Spa.RK, 2014) como «Archives», y una buena manera fue despidiéndolos en directo. Siendo realista, creo que el nuevo disco verá la luz a principios de 2019, soy bastante maniático y perfeccionista con mis producciones y necesito tomármelo con calma para estar totalmente satisfecho con el resultado.
¿Esos anuncios son una manera de autoobligarte a acabarlo? Sin duda, la has clavado (risas). Desde entonces varias personas me han preguntado «¿qué tal el nuevo álbum?», ahora ya no hay vuelta atrás.
Me da la sensación de que quieres pasar página de tus discos anteriores porque quieres cambiar de registro. ¿Es el disco nuevo muy diferente? Lo será, pero tampoco quiero huir de lo que realmente me gusta hacer. Un nuevo disco siempre es una excusa perfecta para ponerse a prueba, al margen de estilos y etiquetas.
¿Crees que va a estar influido por vivir en Cardedeu, fuera de Barcelona? El sonido de Archives ya tuvo mucho que ver con mi salida de la ciudad, en cierto modo todo ese aire ambient vino muy influenciado por el cambio de ritmo en mi día a día. Para el nuevo álbum me imagino algo a medio camino, aprovechando que con Lapsus hemos estrenado nuevo estudio y oficina en el barrio de Poblenou. Ahora mi tiempo lo reparto entre el pueblo y la ciudad, irremediablemente es algo que quedará impregnado en mi música.
Lapsus sois un colectivo que ahora mismo es sello, festival y programa de radio en Radio 3. ¿No son demasiadas cosas? ¡Son pocas! Sencillamente hacemos lo que nos apasiona, al margen de qué fronteras crucemos. La electrónica se expande hacia muchas direcciones, y nosotros nos dejamos llevar. Es obvio que hay vasos comunicantes entre esas tres facetas. Cuéntame algún caso de artista que has descubierto al hacer el programa que ha acabado en el Festival. ¿Algunos ejemplos? Gacha Bakradze, Moiré, Dalhous, Pye Corner Audio, Etch, Kyle Hall, Patricia, SKY H1, Photay… la lista no es precisamente corta.
Para colmo también tenéis el subsello Club Excursionista de Electrònica, ¿en qué se diferencian sus lanzamientos de los del sello madre? Básicamente está más centrado en la pista. Con Lapsus Records se nos quedaba mucho material fuera, ahora con C.E.E. tenemos una nueva plataforma con la que experimentar. Hay un cierto cachondeo alrededor de la creación y de los componentes de CEE que en su manifiesto fundacional se describe como “una entidad moral, espiritual y cultural fundada en el año 1875 en la Vall de Camprodon. El C.E.E. cuenta con miles de socios anónimos organizados por secciones, que disfrutan de excursiones dominicales por la naturaleza como colofón de los fines de semana, en los que el baile y el goce dan paso al aire puro y la recolección de setas.”
¿Os gusta dar un toque divertido a todo lo que hacéis? Puede que sea nuestro principal rasgo distintivo, en realidad tampoco sabemos hacerlo de otra manera. Hay mucha gente tomándose la electrónica demasiado en serio, algo de guasa nunca viene mal viendo como está el panorama (risas).
¿Qué vinculación tenéis con la sala Laut? Nos encargamos de la dirección artística, o lo que es lo mismo, de toda la programación. Es un proyecto que nos encanta y que está teniendo muy buenos resultados, a Barcelona le hacía mucha falta una nueva sala de estas características.
¿Qué ha significado a nivel personal y colectivo la salida de bRUNA de Lapsus? Su salida nos dio mucha pena porque es una persona con un gran talento y con muchas cosas que contar, pero formó parte del proyecto hasta que decidió buscar otras motivaciones, algo muy respetable. Tanto él como nosotros hemos aprendido de su paso por Lapsus y han quedado muy buenos recuerdos de esa etapa trabajando juntos. Antes de que formase parte de Lapsus ya éramos buenos amigos, y lo seguimos siendo, siento decepcionar al «marujeo» de barrio (risas). Pasemos a hablar del Festival.
Históricamente, ¿cuál es la actuación de la que estás más orgulloso? Todos tenemos nuestros inicios, y aunque no fuese su mejor actuación siempre guardaré un gran recuerdo del paso de Mouse On Mars por el festival. Son encantadores y su profesionalidad no es fácil de ver. Este año tendremos a Hans-Joachim Roedelius (Cluster, Harmonia) encima del escenario, otro sueño cumplido.
¿Cuál es el enfoque de esta próxima edición? Veo el habitual gusto por las novedades todavía minoritarias, pero también una oportuna reivindicación de artistas veteranos como Roedelius o Craig Leon, mítico productor de los primeros discos de The Ramones, Blondie o Suicide que revisará sus visionarios discos electrónicos de inicios de los ochenta: Nommos (Takoma, 1981) y Visiting (Enigma, 1982). En la primera edición en 2014 el festival tuvo su jornada inaugural con el austriaco Fennesz y el productor sueco 1991, una fórmula que funcionó bien y que hemos querido recuperar para el quinto aniversario. El concepto es muy similar para el viernes 6 de abril, cuando Roedelius y Leon abrirán el festival en el Teatre del CCCB. El contraste entre los grandes pioneros de la música de vanguardia y los artistas con un discurso más contemporáneo, el trayecto desde Roedelius hasta el set de los alemanes N.M.O., será un viaje interesante. El sábado seguirá siendo el día fuerte, con más de 12 horas de música repartidas en diferentes espacios del CCCB. Otra gran novedad este quinto aniversario es la incorporación de la sala LAUT, en la que se llevarán a cabo todas las actividades nocturnas.
¿Quién crees que va a ser la revelación del festival? Es difícil mojarse, pero creo que hay varias actuaciones que dejarán huella: Craig Leon, Gacha Bakradze, Deena Abdelwahed y el showcase del sello Whities en LAUT.
El año pasado dejasteis de usar el mítico Hall del CCCB. ¿es por un tema de espacio? Nos dimos cuenta de que con el formato de 2016 perdíamos la esencia de Lapsus, las actuaciones se solapaban y la gente tenía que estar moviéndose de un lado a otro para ver shows a medias. Si algo hemos defendido siempre es la comodidad y la especial atención por el público, nuestro formato actual es mucho más coherente con esta filosofía.
Siempre me ha dado la sensación de que queríais limitar el crecimiento del festival, que el Lapsus nunca va a ser un evento para 20.000 personas… No lo va a ser, no es en absoluto nuestra intención.
Tú formaste parte de la dirección del Festival MIRA y saliste para montar Lapsus. Siempre me ha dado la sensación de que había cierto “pique”, cierta competencia entre vosotros como festivales de pequeño tamaño que querían cubrir aspectos que al Sónar se le escapaban. ¡Esto parece Sálvame Deluxe! (risas). Mi aventura con Lapsus empezó mucho antes, en 2004, en realidad con Lapsus Records ya había editado las cuatro primeras referencias antes de embarcarme en MIRA. Te diré más, organicé tres mini ediciones de Lapsus Festival –de 2006 a 2008– antes de que aterrizase en CCCB, pero de eso hace ya mucho tiempo. Oriol Pastor, director del MIRA, fue el responsable de juntar a un grupo de amigos a los que sencillamente nos apasionaba la electrónica. En mi caso, el booking y la programación artística era lo que se me daba bien y mi función principal en el proyecto. Visto ahora con perspectiva era cuestión de tiempo que Lapsus volviese a ganar protagonismo en mi carrera, siempre ha sido donde he tenido plena libertad de movimiento. Lapsus y MIRA están muy separados en el calendario, lo suficiente como para que no se molesten y puedan convivir a la perfección, incluso a nivel curatorial y de concepto van por caminos distintos. Los que me conocen saben que no soy hombre de «piques», somos cuatro gatos y sólo falta que encima nos llevemos mal, de nuevo siento decepcionar al personal (risas). Ambos festivales gozan de buena salud, es una señal de que Barcelona tiene ganas de música.
Entrevista: Half Nelson
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