La primera vez que vimos a Angel Olsen en sala en nuestro país actuó en la antigua La[2] de Apolo presentando su segundo disco. Fue a principios del otoño de 2014. Por aquel entonces, todavía hablábamos de ella como colaboradora de Bonnie “Prince” Billy. Ataviada en aquella ocasión con una simple camiseta y unos jeans, ofreció un concierto crudo, rockero y con cierta tendencia al sonido noventero. Como era aquel notable Burn Your Fire for No Witness. Cinco años y medio después, sin embargo, con dos discazos mediante, la norteamericana volvió esta vez a la Ciudad Condal subida a un auténtico pedestal musical, rebosando elegancia. La actuación de Angel Olsen en Razzmatazz el pasado domingo presentando All Mirrors fue, en muchos aspectos, inolvidable.
Sonido majestuoso e impecable
Envuelta en una solemnidad que algunos interpretaron como frialdad, Angel Olsen defendió magistralmente la esencia de su último y muy alabado trabajo. Un disco preciosista, elevado y muy poderoso en su expresión emocional. En una sala Razzmatazz que sonó como pocas veces se recuerda, brilló especialmente el acompañamiento de cuerdas tan característico de All Mirrors. Fue así desde el primer momento, sobre todo en la primera mitad, dedicada al nuevo álbum. En la inaugural ‘All Mirrors’, en la desesperada ‘Impasse’, en la grandiosa ‘Lark’ y en ‘Tonight’, esa preciosa balada mecida por violas, violines y chelos.
El punto de inflexión lo marcó ‘Sister’, justo en el ecuador del concierto, que sonó desbordante en ese antológico final. A partir del que fue uno de los hits de su anterior álbum, My Woman, Olsen rebobinó sobre su carrera recuperando otras joyas no olvidadas. Cayeron una muy solicitada ‘Shut Up Kiss Me’ y ‘Forgiven/Forgotten’, ambas refinadas en su ejecución, acorde con la propuesta actual; y también las delicada ‘Windows’ y ‘Unfucktheworld’, esta última en solitario antes del bis.
Transformación completada
Esa segunda mitad de concierto, por tanto, confirmó lo que muchos ya sospechábamos: que Angel Olsen ha completado definitivamente su transformación como autora. Mientras que My Woman se caracterizó por mezclar dos facetas musicales, una grungera y gamberra y otra más distinguida y pasional, en All Mirrors no queda nada de aquella joven rockera que nos sedujo con sus primeras dos obras. Su estilo se ha refinado extraordinariamente, sus composiciones han madurado y, en consecuencia, sus directos apuestan por el sonido majestuoso que ofreció el pasado domingo. En una gira orquestada por Houston Party, Angel Olsen pasó a formar parte de la más selecta de las categorías de músicos: lxs que solo se explican por sí mismxs.
Un concierto de www.houstonpartymusic.com
Texto y foto: Pablo Luna Chao
Espacio reservado para publicidad
Parece que estás usando un complemento para bloquear la publicidad.
Nos esforzamos por mostrar publicidad que sea relevante para ti de la forma menos intrusiva posible.
Por favor, ¡considera añadir nuestra página a la lista de excepciones de tu bloqueador de publicidad para apoyar a OCIMAG!