Al salir del concierto de Bomba Estéreo en el Sant Jordi Club de Barcelona el pasado sábado 3 de diciembre, el público debió sufrir cierta disonancia cognitiva. En primer lugar porque, tras dos buenas horas de ardiente concierto con sabor a verano tropical, los asistentes se enfrentaron al crudo y lluvioso otoño de la ciudad condal.

En segundo, porque muchos salieron comiendo piezas de fruta que la banda había lanzado al público al finalizar su actuación. Algo poco habitual, desde luego. Pero es lo que tiene acabar por todo lo alto una gira mundial de gran éxito: que no puedes dejar excedente alguno sin usar.

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Li Saumet, centro de todas las miradas

Del mismo modo, dio la sensación de que la formación colombiana no se dejó ni un ápice de su propuesta musical en el tintero. Absolutamente entregada al baile y a la transmisión de su magia hermanadora, Li Saumet, su vocalista, lo dio todo.

Secundada por una banda que proporcionaba bases casi completamente orgánicas, la artista de Santa Marta pareció un ciclón de arcoíris por su colorido atuendo; una especie de vorágine de pensamientos positivos y buenas vibras que, de principio a fin del concierto, estableció con su público un fuerte vínculo.

La frontwoman de Bomba Estéreo acaparó todas las miradas. Más allá de por su magnetismo, también porque la decoración del escenario, lleno de flores, frutas y hasta un par de palmeras, permaneció en la penumbra y en segundo plano.

Una pena, porque el colorido musical de la banda no se reflejó del todo en su puesta en escena. No obstante, el carisma desplegado por Li fue más que suficiente para encender al público, que vibró y bailó ritmos latinos más que puramente electrónicos.

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Bomba Estéreo: la misión de cambiar el mundo bailando

En lo estrictamente musical, Bomba Estéreo venía a Barcelona a presentar «Deja», su sexto álbum. Concebido como un manifiesto de unidad humanitaria para salvar el planeta, utilizan el baile con base rítmica latina para tratar de cambiar el mundo. Quién sabe si lo conseguirán, pero aciertan abogando por empezar el cambio en uno mismo.

Así, canciones como “Somos dos”, “To My Love”, “Soy yo” o “Me duele” (donde echamos de menos la presencia de su colaborador, Manu Chao) aludieron a la identidad individual.

Mantras de amor terapéuticos con los que Bomba Estéreo tratan de empoderar a las personas para que sean su mejor versión; y eso al planeta tiene que sentarle bien.

Y es partiendo del cambio individual como se consiguen los cambios a gran escala. La banda colombiana lo sabe y pone todas sus armas a nuestro servicio. Armas que suenan a ritmos latinos y afrolatinos, reggaetón, cumbia y pop; sin olvidar cierta actitud rap que expresa Li en contados goteos.

Siempre hemos confiado en la música como motor del cambio; pero, tras lo vivido el sábado pasado en el concierto de Bomba Estéreo, deberíamos empezar a confiar también en el baile para tener esperanzas.

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www.bombaestereo.com

Texto: Pablo Luna
Fotografías: Pablo Luna y Lorena Vargas

 

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