Estamos ante otro gran ejemplo de como las fronteras se rompen para jugar a favor del arte y de la creación. El productor Raúl Villamil –aka Techno para dos, uno de los estandartes de la nueva electrónica patria en México- suma fuerzas e intereses con Cirrina Lab, proyecto de arte visual liderado por Inés Gutiérrez, bióloga de la UNAM, y la arpista Alondra Maynés. Todos ellos juntos acaban de realizar algo inédito. Se trata de un vídeo que os presentamos en exclusiva para la canción “Dharma” donde incluso han trabajado con ratones, inmunofluorescencia y un microscopio.
Dharma
Hace algún tiempo leía un artículo donde un ex DJ de Fukui (Japón), reconvertido en sacerdote budista, proponía su particular dharma (ley, realidad) combinando texturas electrónicas, sonidos tradicionales, psicodelia colorista y meditación.
No sabemos si Techno para dos se inspiró en algo de todo esto para su canción, lo cierto es que casaría perfectamente con el concepto. “Dharma” es, a su vez y por si no lo sabían, una de las siete canciones incluidas en su reciente disco “Drama” (Nadaville, 2022), donde como advertíamos se purifica la IDM con la hermosura de un instrumento tan clásico como el arpa de Alondra Maynés.
El nuevo disco, un lanzamiento donde se pacta con el cosmos y el mismísimo diablo en un despiporre sensorial para amantes de sonidos como los propuestos por Murcof, Fennesz, Clark, Ben Frost o Tim Hecker.
Una ruleta rusa de melodías, atmósferas hirientes y ritmos sagrados a la vez que volubles.
Leyes físicas y naturales
Sabemos que el productor de Ciudad de México retrata y se inspira en sus propias vivencias –dramas personales incluidos- para, con solvencia, dejarnos una música apabullante. Una empalizada donde se exploran los límites de lo emocional y lo visceral. De las conversaciones constantes entre tejidos sintéticos y electrónicos. Las leyes físicas y las naturales.
Es por eso que su fijación para trabajar junto a artistas visuales de curioso calado –tanto a la hora de realizar vídeos para sus composiciones, como en las actuaciones en directo- es todo un acierto. Como advertía, lo que se presenta en este vídeo realizado para “Dharma” es tan tentador como singular.
Dejemos que Cirrina Lab, nos cuente en primera persona sobre esta experiencia, este trabajo tan interesante para la canción “Dharma”: “el principio del video son capturas de neuronas y fibras de distintas áreas del cerebro de un ratón. Los cortes del cerebro están teñidos con inmunofluorescencia, se utilizó un microscopio confocal de la Unidad de Microscopía del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, a cargo del Dr. Miguel Tapia. La parte líquida se hizo combinando líquidos con distintas polaridades que los hacen reaccionar entre sí, creando esas atmósferas fluidas; luego se filmó con un microscopio óptico del estudio. La tercera parte son cristales de ácido ascórbico; también filmados con ese mismo microscopio. Después de filmar se procesó todo en Resolume Arena 6, para hacer los cambios de color y otras cosas.”
Nunca antes habíamos visto algo igual
Bastante cierto. Y que buen resultado final con esta conjunción entre música electrónica de primer nivel, reacciones químicas, interacciones orgánicas y seres microscópicos filmados para la ejecución de un video, el cual también podríamos considerar como un fascinante cortometraje donde se nos muestra un mundo diminuto y a priori imperceptible donde la vida sigue y se convierte en algo bello y artístico.
Texto: Redacción OCIMAG
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