Ëda Díaz se está consagrando como uno de los talentos emergentes más generosos e interesantes de comienzos de este 2024. Lo suyo, una reconciliación única que sencillamente se salta cualquier tipo de convencionalismo ¡Fuera los grises, dentro el color!
‘Suave Bruta’ (Airfono, 2024) ha surgido del deseo de acercar la esencia del pasado pero envolviéndolo con un papel sonoro de regalo muy contemporáneo a la vez que revitalizante.
Ëda Díaz, diversidad con un diferenciado French Touch
Aunque no reniega de sus raíces, Ëda es tan capaz de recrear la voz de los antepasados vistiéndolos con las luces del futuro, como lo de hechizar a capella, despojada de cualquier artificio mientras sencillamente se frota las manos.
La franco-colombiana es una propuesta fresca y multicolor donde se entrelazan sonidos tradicionales de la América Latina, influencias del pop experimental y producciones electrónicas, industriales y urbanas de este otro lado del Atlántico.
Suave y bruta, bruta y suave
Da lo mismo, lo suyo es una pura dualidad. Por ejemplo, la de dos continentes -el europeo y el americano- unidos con un fuerte hilo que refleja perfectamente todos esos contrastes. ‘Suave Bruta’, que acaba de salir por la discográfica parisina Airfono, es la obra perfecta de una hormiguita que percibe el vértigo de sentir cómo su trabajo es cada vez más apreciado.
La que creciese enamorada del contrabajo, ahora es capaz también de hacernos vibrar con percusiones y producciones harto entusiastas -mucho que ver tendrá también Anthony Winzenrieth, multiinstrumentista y codirector del proyecto- que cabalgan entre la ilusión y la realidad. Su ‘toque francés’ es además distinto a esas clásicas raíces House o Disco, su revisión gotea incesantemente una transgresión más de calle.
Fusiona guiándose por vocales, samples y loops, si, pero lo hace de una manera muy respetuosa o particular. Combinándolos astutamente con distorsiones, armonías, efectos y sintetizadores. Es que ni te das cuenta a no ser que ella desvele alguna fuente.
Como un mapa del tesoro donde el escondite no ha sido marcado con una cruz. Eso sí, en este disco -primero de muchos, estamos seguros- son parada obligatoria sencillos como ‘Nenita’, ‘Olvidemos mañana’, ‘Al pelo’, ‘Tiemblas’ y por supuesto ‘Sábana y banano’, el último en salir.
Un ecosistema que no para de crecer
En la diversidad de su búsqueda, Ëda Díaz también confiesa su afinidad a artistas de primerísima fila como Björk, James Blake o La Chica -en el apartado más actual- o Joe Arroyo, Carlos Gardel e incluso su propia abuela si se mira más a cuando uno si está atento aprende, al pasado.
Su ecosistema no para de crecer. Si en una ópera prima como ‘Suave Bruta’ se entrelazan boleros, cumbias, tangos, con ritmos callejeros, electrónica y pop poco convencional ¿qué debemos esperar de su propuesta en el futuro? Quizás un “de todo” es salirnos del tiesto, pero un “prácticamente de todo, y bueno” estaría más cercano a la realidad.
Texto: redacción OCIMAG
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