Una entrevista con Cole Randall y Shpresa Lleshaj, la pareja que artísticamente hablando se autodenomina Flora Cash, y cuya base es la creencia en el poder del amor. En la lucha constante por querer mejorar, bien a nivel personal y juntos, como musicalmente hablando. Siempre sin estorbarse el uno al otro, aunque la distancia entre ambas personas y mentes creativas sea mínima. A veces, ni siquiera milímetros. Lo que la era digital ha unido, que no lo separe un mal álbum. Desde luego el último LP Nothing Lasts Forever (And It’s Fine), en la más que aconsejable discográfica sueca Icons Creating Evil Art, es una maravilla. Hace cosquillas desde la aorta a la vena cava inferior. Damos paso a la sinceridad y a momentos sencillamente hermosos.

Debo confesar que ya sé cómo os conocisteis. Pero mucho me temo que muchos lectores de OCIMAG no, y sin embargo están deseando saberlo… Las redes sociales no sirven solo para sumar ‘likes’ y colgar gatetes ¿verdad? Jeje… Pues sí, no te falta ni media razón, hay muchas cosas ‘aparentemente frívolas’ sucediendo en las redes sociales; es verdad. Pero, al mismo tiempo, nos podemos dar de bruces con todo lo opuesto, pudiéndose usar para fines ‘trascendentes’, bien, porque esto sucede también bastante a menudo. Pueden darse muchas movidas provechosas a una escala inimaginable, gigante: como la organización de demostraciones para abordar problemas sociales, compartir peticiones o intercambiar argumentos e información sobre cosas de gran importancia. Y como no, cosas igual de importantes aunque a una escala menor también pueden convertirse de la noche a la mañana en significantes, es lo que nos sucedió a nosotros. Esa posibilidad de compartir nuestro trabajo artístico y hacernos comentarios a nivel personal sobre ellos, nos llevó a conocernos muy bien y finalmente a compartir nuestras vidas juntos. Así que no subestimemos el poder de las redes sociales, te pueden llegar a cambiar la vida. En nuestro caso, a mejor.

Se os puede catalogar incluso de una especie de “romance fruto del Siglo XXI”. Correcto, ¡así es! La manera como nos conocimos no hubiese sido posible hace 20 años. Y oye, que 20 años es prácticamente nada. El mundo y la tecnología han cambiado tan rápido; se ha redefinido prácticamente todo. Nuestra relación se cimenta en algo que, literalmente era inimaginable para nuestros abuelos cuando compartíamos la misma edad. ¡Sí, es un romance del siglo XXI desde el minuto uno!

¿Y cuándo / cómo exactamente, dos personas de muy distintos y alejados rincones del mundo -Minnesota y Estocolmo- decidieron aparcar por fin unas infinitas llamadas vía Skype para finalmente encontraros en persona? Poco tardamos en tener claro que nos queríamos conocer en persona. Cuando hablamos por primera vez acerca de quedar en la ‘carne y hueso’, fue en realidad antes de que empezáramos con las tandas de “Skype”. Seria quizás en el tercer correo electrónico, ya entonces estábamos hablando de reunirnos para escribir música juntos, uno al lado del otro. Aún dentro de un plano profesional, pero sin ser aún algo… ‘romántico’ ¿me pillas verdad? Finalmente, y pasado un intenso mes de llamadas por “Skype”, pusimos sobre la mesa el dónde, cuándo y cómo nos encontraríamos. Decidimos que tendría más sentido para Shpresa venir primero a Minneapolis (no podemos recordar exactamente por qué). Así estamos.

Fue entonces cuando comenzasteis a componer música codo con codo y bajo el nombre de Flora Cash. La primera canción que hicisteis ‘capturaba’ en tan solo cuatro minutos vuestro primer momento juntos ¿todo un verano, no es así? No creemos que hayamos capturado todo un verano entero en menos de cuatro minutos, pero en nuestras mentes, al menos, fue algo cercano a eso, a esa canción que insinúas: Summerset. Nos sentimos tan desanimados en ese momento… el tema expresa con total sinceridad esa sensación. Estábamos contentos de tenernos al fin el uno al otro, pero era triste que el verano terminara. La gente a nuestro alrededor estaba a punto de tomar caminos separados y nosotros en cambio a punto de emprender un viaje inusitado. Nos fuimos juntos a Suecia después de habernos conocido, en persona, dos meses y medio antes. Fue un momento de grandes cambios y eso resultó genial para nuestro estado creativo.

Después de ese primer paso ¿Cuáles ser habitualmente las historias detrás de vuestras canciones? Yo percibo un mogollón de melancolía y emociones humanas, profundas pero muy hermosas, por cierto… ¿qué es necesario para componer esas bellas canciones, un sexto sentido para la música emotiva o simplemente un amor verdadero y grandes ideas? Las historias que envuelven a nuestras canciones son siempre diferentes. Los sentimientos y las motivaciones están en constante mutación. El patrón que sí se repite continuamente es el de querer crear el mejor trabajo que podamos. Evolucionar y crecer constantemente. A veces es difícil, otras frustrante, pero también es lo más satisfactorio del mundo. Amamos la música y nos encanta compartir nuestras composiciones con otros, al mismo tiempo ver las formas en que afecta a las vidas de personas que, quizás, jamás conozcamos. Nos tomamos con responsabilidad lo que parimos y ofrecemos al mundo, lo hacemos muy en serio.

Incluso cuando los días no sonríen especialmente para ustedes, ¿cuál es, por ejemplo, la historia detrás de Sadness is Taking Over. Compusimos Sadness is Taking Over en un momento de gran tensión para nosotros, tanto a nivel personal como profesional. Realizar la canción fue una gran terapia para ambos. Es oscura pero a la vez vislumbra un rayo de esperanza y optimismo; era una época dolorosa, pero tratamos de ver el lado positivo.

Una canción incluida en el álbum Nothing Lasts Forever (And It’s Fine). Me encanta todo ese torrente de armonías y esos ambientes al límite de todo. Contadnos por favor algo sobre el proceso de creación, grabación… de este disco en particular. ¡Muchas gracias! Estamos muy contentos de que te guste el álbum. Básicamente, todo lo que podemos decir es que este álbum es un trabajo plagado de amor. Pusimos tanta atención en los detalles, desde la producción hasta las letras, también la manera de interpretar la música con instrumentos; no queríamos dejar ninguna pieza a su libre albedrío. Y lo hicimos todo nosotros mismos, sin ayuda externa. Estamos muy contentos por la forma en que nos representa como artistas y por el período de tiempo en el que lo trabajamos.

¿Soléis componer y escribir todas las canciones juntos? ¿Mucho mejor siempre esa complicidad de estar el uno al lado del otro? física y emocionalmente… Por lo general si, escribimos todo lo de Flora Cash juntos. Puede darse que uno de nosotros arranque con una idea, otras que comencemos los dos juntos con una canción, y también que uno de los dos sea el que más sude y se lo curre. Pero siempre, siempre existe una colaboración y participación conjunta. Flora Cash debe representar a dos individuos de personalidades muy distintas y creemos que nuestra música lo hace.

Antes de acabar, me gustaría saber cuáles son los antecedentes e influencias principales de Cole y Shpresa. Canciones, álbumes, sellos, escritores, de ayer, de hoy y por qué no, mañana). ¡Preferimos no decir cuales son específicamente nuestras influencias y nuestros artistas, ni discos favoritos porque entonces, e inevitablemente, olvidaremos algunos! Hay demasiados para enumerar. Pero del mismo modo que somos tipos muy diferentes, también poseemos gustos distintos y eso contribuye a nuestra particular mezcla. También tenemos gustos que son muy similares y se cruzan y es por eso que podemos llegar a una conclusión sobre nuestra propia música que ambos amamos.

Tuve la oportunidad de escuchar otro disco, en esta ocasión el Nightmate + Remixes, editado por el mismo sello que lanza vuestro nuevo largo, pero esta vez en 2016. El que más me obsesionó es el de Post Pines con Pharaoh ¿os pone ser remezclados? El remix de Post Pines es uno de nuestros cortes favoritos en ese lanzamiento. Nos encanta escuchar a otros artistas reinterpretar nuestra música. Es genial ¡nos ayudan a escuchar las canciones de maneras completamente nuevas! Eso también inspira luego de algún modo nuestro propio trabajo. Es un gran círculo creativo. Nuestro remix favorito de ese lanzamiento es… ¡no te lo diremos! (risas) No queremos herir los sentimientos de los demás.

Regresando a ese universo muchas veces fuera de control que es internet y las redes sociales. La canción You’re Somebody Else ha sido elegida para la campaña de TV de Save the Children / Movistar México titulada Love Story. ¿Visteis el video, verdad? Me encantaría conocer lo que pensáis de todo ese asunto. Sí, hemos visto el video y creemos que el mensaje es realmente importante. Estamos en las mismas, internet puede llegar a ser algo impensable y maravilloso, pero también puede ser un lugar peligroso, especialmente para los niños. Es importante que el mayor número de personas estén al tanto de lo que puede suceder cuando los pequeños se comunican on-line. Estamos encantados de que Flora Cash pueda formar parte de esa labor, de esa sensibilización.

¿Habéis visitado, y sobretodo actuado ya en España? ¿Cuándo sino? ¡Estamos haciendo todo lo posible para ir! Es muchísima la gente pidiéndonos que toquemos allí y es además un lugar al que siempre quisimos ir; ninguno de nosotros ha ido jamás. A ver si este mismo otoño / invierno. De ser así ¡Esperamos que tú y todos vuestros lectores puedan asistir a nuestro concierto!

¿Tenéis miedo de la soledad? ¿Qué os aterroriza más de este mundo en el que vivimos? No le tememos a la soledad, pero, naturalmente, ninguno de los dos quiere estar solo. Estamos más que agradecidos de tenernos el uno al otro. El mundo puede ser un lugar aterrador e implacable y es bueno que tengamos refugio el uno en el otro. Somos conscientes de que mucha gente no tiene tanta suerte. Probablemente lo más sobrecogedor de este mundo en el que habitamos es que podría ser mucho mejor y lo único que nos impide construir ese mundo mejor es nosotros mismos.

Última pregunta: ¿Nothing Lasts Forever? En cristiano, ¿Nada dura para siempre? ¿Nada? Nada permanece igual, pero eso no significa que muera. Crece.

floracash.com

Entrevista: Bruno Garca.

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