A día de hoy, el talento musical que genera un territorio como el brasileño es innegable. Tampoco se puede cuestionar, ahora, en 2018, que uno de sus máximos estandartes, uno de sus alumnos aventajados -desde comienzos de este siglo- a la hora de revertir ese ‘temor’ que es acercar la electrónica de baile y los sonidos más rockeros, es Gui Boratto. Guilherme -su verdadero nombre de pila- ha apostado desde siempre por romper tabúes, y lo ha hecho con sumo éxito. Tanto que la todopoderosa Kompakt confió y apostó por él desde el primer momento habiéndole publicado hasta cinco álbumes de estudio, porque si, a los ya conocidos y respetados Chromophobia (2007), Take My Breath Away (2009), III (2011) y Abaporu (2014) se le suma ahora uno nuevo: Pentagram. Si a eso le añadimos que Barcelona tendrá el honor de disfrutarle muy pronto en directo -presentando precisamente dicho LP- dos alegrías por el precio de una que no íbamos a pasar por alto. Poco tardamos en sentarnos con él, y charlar sobre ello…
Directo al grano. Tu nuevo largo Pentagram navega esencialmente entre dos aguas: las de la electrónica más indie y rock, así como el techno. Diría que incluso esta vez has cavado un poco más hondo en lo primero. ¿Cómo de satisfecho te has encontrado esta vez embrollando con ese tipo de sonidos tan vitales desde siempre en tu vida como músico? Así es. Como bien insinúas para mí ya no es una novedad tener y trabajar con este tipo de enfoque. Desde siempre me he debatido entre esas dos caras, me atrevería a decir que más en la vertiente indie que en la techno. El caso es que tras cuatro largos años de ausencia, las ideas y melodías se me han ido amontonando, multiplicando, han brotado de lo lindo. Pienso que se trata de mi mejor álbum hasta la fecha. Es sin duda el más completo, un disco donde tanto lo industrial como lo orgánico fluyen sin que nada resulte forzado. También me he sentido muy crédulo, harto convencido de cómo hacer las cosas tras toda una década madurando como músico.
Este es un momento idóneo para recordar a nuestros lectores que tu viaje como tal arrancó en São Paulo trabajando en el mundo de la publicidad y produciendo otros artistas, no precisamente de electrónica sino de rock, etc. Todo el mundo sabe que en una etapa concreta de mi vida estuve produciendo otros géneros de música, lo cual debo apuntar que me ayudó mucho, muchísimo. Sirvió sin duda alguna para impulsar mis habilidades en el estudio y luego llevar a cabo del mejor modo posible todo tipo de encargos. La propia música te habla. Cuando estás componiendo y creando, es la música la que te está generando preguntas todo el rato. Es una bendición por ejemplo saber cómo grabar adecuadamente este o aquel instrumento. Eso te trae libertad, aunque a veces es cierto que te puede llegar a bloquear.
Sé que te encanta producir álbumes –Pentagram es tu 5º LP- ya que en ellos puedes experimentar con diferentes estados de ánimo, espectros musicales… ¿Podrías desarrollarnos un poco el ‘ideario’ tras este nuevo trabajo que está a punto de nacer para el resto de mortales? ¿Cómo sueles enfrentarte normalmente a ese reto que es firmar un nuevo álbum? Correcto, me encanta hacer álbumes. Es cuando uno asume verdaderamente los riesgos. Donde uno se atreve a probar con cosas diferentes. No tienes la responsabilidad de hacer que las personas o uno mismo se crean por ello más estupendos o ignorantes. Por otro lado, es fantástico dar a luz, y tras no poco esfuerzo por supuesto, esa música que oyes en tus sueños y pesadillas todo el tiempo. Durante el proceso de creación y luego grabación me suelo preguntar a mí mismo cómo se están desarrollando todas las partes, todas las cosas que envuelven el trabajo, y hacia dónde se dirigirá finalmente el álbum. De manera instintiva es cuando comienzas a cambiar de direcciones. La verdad es que jamás me planifico nada con una especie de “story board”, o similar. Nunca, a la hora de conceptualizar y arrancar con la elaboración de un álbum. Todo eso va sucediendo de forma natural.
Me resulta muy gratificante conocer que Tears for Fears fue una de tus bandas favoritas de los 80. ¿Por qué ellos y qué otras bandas de aquella década te hacen palpitar aún a día de hoy? ¿Meteríamos a Echo & the Bunnymen o New Order en este selecto grupo? ¿Qué me dices de otras bandas legendarias pero más rockeras como Black Sabbath o Led Zeppelin? Eh, todo apunta a que me conoces al dedillo, o a que te has empapado muy bien sobre mis antecedentes musicales leyendo algunas de mis entrevistas más antiguas (risas). Es bien sabido que comencé a tocar la guitarra al mismo tiempo que escuchaba a Black Sabbath, Led Zeppelin, Kiss, etc. Luego me topé a mitad de camino con los ya mencionados Echo & the Bunnymen o New Order, así como Depeche Mode, Sisters of Mercy… Y por supuesto Tears for Fears, de hecho y como avanzabas, una de mis bandas favoritas desde siempre. Por ejemplo, ‘Everybody Wants To Rule The World’ es una canción impresionante, un tema que consigue hacerte sentir fuerte, feliz o asustado al mismo tiempo. Eso, cada vez que la escuchas. Tears for Fears es una banda mucho más madura de lo que parece, necesitas haber cumplido al menos los 40 años para lograr comprenderla completamente. Ni de coña para chavales. Pero, de nuevo, y aún con eso, obras como Everybody Wants To Rule The World ¡están hechas para todo el mundo!
Cambiando radicalmente de tema ¿cómo de emocionante y reconfortante es tener a una persona vital en tu vida, Luciana Villanova, de nuevo en una de tus nuevas canciones (Overload), porque, bueno, mucho ha llovido desde aquel famoso Beautiful Life incluido en el LP Chromophobia de 2007 ¿verdad? Luciana es mi amante, mi amiga y de vez en cuando hasta mi madre. Me encanta hacer cualquier cosa con ella. Y en especial, grabarla, lo cual puede convertirse a veces en una ardua tarea ya que ella no es cantante. No, para nada lo es. Así que es complicado dirigirla. De vez en cuando tenemos nuestros más y nuestros menos, necesito discutir e incluso hacer que se sienta ‘mal’ con tal de lograr que haga la interpretación correcta. Recuerdo como si fuese ayer mismo cuando la hice tumbar en el sofá para grabar Beautiful Life. Solo así, tumbada, lograba en su tono la correcta frecuencia baja voz, y que sonara muy inocente. Esa dulzura y fragilidad de ella era lo que la música requería para acertar, lograr un contraste chulo entre el sonido enérgico de las guitarras y las bases. También se logró el mismo efecto en This is Not the End, single de III, mi álbum “negro”.
Personalmente me llena de sentimientos y emociones positivas la canción titulada The Black Bookshelf. ¿Cuál es el simbolismo o simplemente la historia detrás de esta increíble composición? Se trata de la historia de un muchacho. Uno muy curioso. A este chico le gustaba mucho husmear, a raíz de esa enorme curiosidad decidió un buen día coger un libro de lo más alto de una estantería negra. Un libro que probablemente le respondería muchas cuestiones. Ese chico era yo. En lo musical, las notas de piano las interpreté en uno real. Lo mismo hago tanto con las bases rítmicas como con los sintetizadores. Es también curioso, como no, que mi hija me comentara la extraña sensación que sentía mientras estaba grabando el piano. Me preguntó: “¿estoy triste o feliz? Estoy muy confundida papá…”. Es también mi canción favorita de todo el disco, así que…
Continuando con asuntos relacionados con la creación, elaboración y mezcla final del nuevo LP. ¿Cuál ha sido la canción más complicada para terminar? ¿Y todo lo contrario? La más difícil de desarrollar fue Forgive Me / Forgotten. Esto es principalmente porque se trata de una misma canción (aunque en el álbum aparecen separadas, una detrás de la otra). Originalmente el corte duraba más de 15 minutos. Tenía principalmente un solo tema en la cabeza, pero dos maneras distintas de llevarlo a cabo. Dos ideas diferentes de como producirlo. Una más entorno a un techno estirado, la otra más cercana a mi habitual rollete rock. Luché tanto conmigo mismo para decidir qué partes debía desechar… Entonces surgió otra posible solución, la que te puedes imaginar, dividirlo todo en una especie de “dos hermanas gemelas”. Por cierto, que no te lo he dicho, tengo dos hermanas gemelas, son un par de años mayores que yo (risas).
¿Cuál es tu máquina analógica preferida? ¿Y si hablamos de software? Me encantaría saber cuáles son esas ‘armas’ cruciales que han contribuido a tu nuevo disco. Para mí, nada es crucial. Si uno no posee un ‘arma’ favorita en un momento dado, resulta que te pones a bichear con distintas herramientas, lo cual es ideal y logras toparte con muchas sorpresas. Nunca se sabe qué puede convertirse en tu nuevo cacharro favorito. Pero bueno, llegados a este punto debo confesar que estoy encantado con mi Buchla. Es ahora cuando por fin lo estoy conociendo y controlando mejor ¡Es una mala bestia! ¡Y la bestia está muy pero que muy viva! Estoy verdaderamente enamorado de casi todo lo de Native Instruments. Kontakt es por ejemplo un sampler increíble. Dicho esto, y tal como contaba cuando hablaba de The Black Bookshelf, estoy muy centrado en grabar de nuevo instrumentos reales. Especialmente las baterías. Usando tan solo un micrófono para capturar la esencia y el aire de la misma. Ese es el tipo de ejercicio por el que me estoy desviviendo mucho en este momento. Y me pregunto yo ¿por qué no reemplazar el típico ‘bombo’ por uno industrial?
Para todos aquellos que, como yo y toda la redacción de Ocimag, estamos deseando verte tocar de nuevo en directo… ¿Qué nos puedes avanzar de tu próximo show este 15 de junio en Barcelona (Nitsa)? ¿Es la primera vez que presentarás Pentagram en España, verdad? Estoy deseando llegar a esa fecha. Es el día elegido para el lanzamiento oficial de Pentagram. Así como la noche Kompakt en el Nitsa. Confieso además que Barcelona es mi ciudad favorita, si, y de todo el planeta. Sonarán tanto temas de los nuevos como algunos de los clásicos ¡Dejadme que os sorprenda!
Ya que lo acabas de soltar… Otro gran evento que tenemos a la vuelta de la esquina es el Kompakt Pop up Store y todo lo que se desarrolla alrededor. Nadie va a dudar que Kompakt es como tu propio hogar. ¿Eres tan amable de recordarnos cómo contactaste por primera vez con esos 3 magos que son Wolfgang Voigt, Michael Mayer y Jürgen Paape? Como no. Allá por 2005 decidí enviarles por correo ordinario un CD. Fue Michael quien me contactó luego diciendo que Kompakt estaba interesada en publicar Arquipelago. Así de simple pero emocionante es como esta historia, todo este idilio empezó. Me siento bendecido de haber encontrado una discográfica que me haya animado siempre a hacer lo que quisiera. Desde la parte musical, hasta decidir la portada que quiero.
En tres palabras: ¿a día de hoy, qué significa Kompakt para ti? Familia. Libertad. Amistad.
Entrevista: Bruno Garca
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