La obra de la artista Hana Katoba está impregnada de una belleza misteriosa que mezcla fantasía e ilusiones oníricas. Toma su nombre artístico del Hanakotoba, el lenguaje de las flores del Japón más milenario, para homenajear una tradición cultural nipona que le fascinó durante sus estudios de arte. El centro de su obra son las flores, que junto a un cuidado trabajo de composición, iluminación, color y diseño dan forma a una narrativa detallista que conmueve al espectador.
Como si de una poesía visual se tratara, aborda la creación de sus imágenes de forma metódica y con suma delicadeza, construyendo una estética única y muy característica. Con formación en historia del arte y fotografía, su recorrido profesional la ha llevado a moverse desde el escenario artístico hasta el mundo comercial, construyendo así una sólida carrera creativa. Hana Katoba ha seguido su intuición natural para seguir explorando los nuevos horizontes creativos hasta llegar a descubrir la inteligencia artificial, una herramienta que le ayuda a trascender los límites de la realidad con su propio imaginario.
La fusión de lo tradicional, a través del concepto milenario del Hanakotoba, y la tecnología actual, con la colaboración de la inteligencia artificial en el proceso de creación de sus obras, es una inspiración en sí misma, que la empuja a experimentar desde un espacio controlado en su forma pero libre en su fondo para seguir creando guiándose por el impulso de su imaginación inquieta siempre inspirada en el lenguaje de las flores.
El enfoque artístico de Hana Katoba
¿En qué momento decidiste enfocar tu obra en la creación de estos mundos irreales de ensueño?
Durante mi último año de carrera redescubrí mi interés por la fotografía, una pasión que había explorado de manera superficial en el pasado. Mi formación en historia del arte amplió mi comprensión de la estética y la narrativa visual, e influyó en mi enfoque artístico. Esta vuelta a la fotografía fue distinta. Empecé a verla como una posibilidad de crear mundos imaginarios, y de explorar la belleza y la realidad que me rodeaban con una perspectiva diferente.
En cierto modo, a través de mis imágenes, me permití soñar y recuperé la libertad de crear un mundo que me transporta a mi infancia. La creación de estos mundos irreales y oníricos es mi forma de expresar esa capacidad ilimitada que todos tenemos cuando somos niños. Es como jugar y crear al mismo tiempo.
En resumen, decidí enfocar mi trabajo en estos mundos de ensueño como una manera de mantener viva mi imaginación infantil y compartirla con los demás a través de mis imágenes. Más recientemente, me adentré en el mundo de la inteligencia artificial (IA) y exploré cómo podría ayudarme en la creación de imágenes. Y, para mi sorpresa, esto me abrió las puertas a un mundo de creatividad que superó todas mis expectativas.
Un vínculo poético
Tu estética está claramente influenciada por el Hanakotoba, el lenguaje de las flores del Japón más milenario. No podemos obviar tu nombre artístico: Hana Katoba. ¿Cuándo descubriste este concepto japonés?
Descubrí el concepto de Hanakotoba durante mis estudios de historia del arte, cuando investigaba las tradiciones culturales de Japón. Quedé fascinada por este concepto y su simbolismo. Decidí adoptar el nombre artístico Hana Katoba como un homenaje a este hermoso concepto. Para mí, este nombre no es solo una identidad: es un vínculo poético entre mi imaginario y la rica tradición japonesa. Las flores se convirtieron en el centro de mi estética, brindándome una paleta visual única para explorar la expresión artística.
¿Piensas que el lenguaje de las flores es una fuente infinita de inspiración para tu obra o tienes en mente explorar otros discursos en tu narrativa visual?
Es cierto que el lenguaje de las flores es una fuente inagotable de inspiración para mí y mis trabajos, y también estoy abierta a explorar otros discursos en mi narrativa visual. Creo que la creatividad no tiene límites y siempre estoy buscando nuevas formas de expresión artística de una manera u otra. Aunque las flores seguirán siendo uno de los elementos centrales en mi obra, experimento con otros conceptos y símbolos para, así, poder enriquecer mi trabajo y evolucionar como artista. No quiero encerrar a mi libertad.
Hana Katoba y la Inteligencia Artificial
Un día decidiste incorporar a tu trabajo la IA. ¿Hace esta herramienta más fácil el enfoque onírico con el que impregnas tu obra?
La incorporación de la IA ha sido una revelación en mi trabajo. Ha facilitado enormemente la creación de ese enfoque onírico que busco en mis imágenes. La IA me permite explorar nuevas posibilidades y ampliar mi capacidad creativa. Puedo manipular y transformar elementos de una manera que antes era mucho más laboriosa. Esto ha permitido que mi obra se vuelva aún más poética, y se alinea perfectamente con mi visión artística.
Fusionas escenarios contemporáneos en un entorno naturalizado protagonizado por las flores, relegando la presencia humana a un segundo plano, necesario, pero sin identidad. ¿Cómo te preparas para crear estas imágenes, cómo surgen, qué te inspira?
Mi proceso creativo es una búsqueda constante de inspiración. Esta exploración es fundamental para mí. Me permite reunir influencias de diversas fuentes, como la naturaleza, la literatura, el arte e incluso mis propios sueños. Una vez que he internalizado el concepto y he recopilado estas influencias, comienza la fase de diseño del escenario y los elementos que compondrán la imagen.
No siempre sigo un plan: en ocasiones experimento con conceptos que surgen de manera espontánea. Puede ser un pensamiento fugaz o simplemente una imagen que se cruza en mi cabeza y que siento la imperiosa necesidad de materializar. Este proceso creativo intuitivo, y a veces impulsivo, es parte de como soy yo también: a veces un poco impredecible pero siempre abierta a la inspiración que viene de dentro y de fuera, permitiendo que mi imaginación me guíe en el proceso.
El proceso creativo
Nos gustaría comprender cómo es trabajar con la IA para crear toda esa estética tan detallista, delicada y poética. ¿Podrías explicarnos el proceso que sigues a la hora de utilizar esta herramienta virtual?
El proceso creativo involucra mi formación como fotógrafa, la IA y la posproducción. Comienza con la concepción de la idea, que se materializa en un boceto inicial creado con posproducción. Este boceto se convierte en un punto de partida visual que guía a la IA en la generación de la imagen final. En esta etapa, mi experiencia como fotógrafa es fundamental, ya que me permite visualizar la composición en términos de colores, iluminación y diseño de manera precisa. Una vez que la IA produce una imagen inicial, el proceso no concluye ahí. En lugar de considerar esta imagen como el producto final, la veo como una base sobre la cual puedo seguir trabajando.
Para lograr la estética que busco, continúo refinándola. Aquí es donde aplico ajustes finales y manipulo la imagen hasta que logra el toque distintivo que deseo transmitir. Este proceso es iterativo, y a menudo implica experimentar y realizar ajustes múltiples hasta que la estética y la narrativa visual sean coherentes con mi visión artística.
En resumen, mi proceso creativo es una colaboración en la que mi formación fotográfica, la IA y la posproducción se combinan de manera sinérgica para crear las imágenes que quiero. Cada paso en este proceso contribuye al resultado final, y la interacción entre la tecnología y mi visión artística es lo que da vida a mi obra.
La evolución de la tecnología en el mundo artístico
Eres una artista que se abre a la era cibernética, utilizas los nuevos recursos tecnológicos para enriquecer tu lenguaje visual y tu estética, una estética muy característica y personal. ¿De qué manera se complementan las técnicas tradicionales de la fotografía con las posibilidades actuales que ofrece la IA?
Las técnicas tradicionales de la fotografía y la IA pueden complementarse de una manera sorprendente. La fotografía tradicional me brinda una base sólida en términos de composición, iluminación y narrativa visual. La IA, por su parte, amplía mis capacidades creativas, ya que me permite crear paisajes visuales mucho más elaborados y detallados.
Hablemos de la controversia que se ha generado a la hora de catalogar las obras hechas con IA como fotografías-arte o no. ¿Cuál es tu opinión?
Esta discusión es un reflejo de la evolución en curso del uso de la tecnología en el mundo artístico, que ya venimos arrastrando desde la aparición de las primeras herramientas de edición de imágenes y la aparición de las cámaras digitales. Si bien la IA es una herramienta poderosa que ha abierto nuevas fronteras creativas, mi formación como fotógrafa y mi educación visual y teórica siguen siendo esenciales en la creación de mis obras. La IA es una colaboradora que me permite llevar mi visión artística a niveles de detalle, delicadeza y poesía que serían difíciles de alcanzar de otra manera.
De algún modo, la IA ha permitido que cualquiera pueda generar imágenes que no estén sujetas a un determinado nivel económico para llevarlas a cabo. Y por encima de todo la creatividad es y seguirá siendo primordial en la generación de este tipo de imágenes. Por último, creo que lo importante es la intención detrás de la obra y su capacidad para transmitir una historia, emoción o concepto. Si una obra generada con IA cumple con estos criterios y tiene un impacto en el espectador, creo que merece ser considerada arte. En mi opinión, las etiquetas son menos importantes que la capacidad de una obra para conectarse con el público y transmitir una experiencia significativa.
Texto: Rosario Muñoz
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