Disfrutar en nuestro país tantas veces de una artista del talento de Maya Jane Coles, es todo un honor. La polifacética e inquieta británica de ascendencia japonesa, alma mater de la discográfica I/AM/ME, acaba de pasear su música hace pocos días por Barcelona. Hace unas semanas hizo lo propio pero esta vez por el centro, Madrid, donde nos dejó babeando a todos -junto a Kim Ann Foxman- en un nuevo episodio de Boiler Room & Ballantine’s True Music. Hemos aprovechado que la tuvimos de nuevo tan cerca (justo acaba de editar además Won’t Let You Down) para charlar con ella. Que Maya nos descubra un poco el porqué de su enorme versatilidad a los platos y en el estudio de grabación. En este sentido, lo de encerrarse entre cuatro muros a producir, nos tiene un par de noticias muy golosas que contar. Eso, que no solo eso.
¿Cuándo te empezaste a dar cuenta de ese talento innato que posees para combinar sensibilidad y sonidos electrónicos? Fue exactamente a la edad de 14 años cuando me puse a investigar en serio con todo esto de componer y crear música. Lo cierto es que comencé a trastear primero con una guitarra y un violoncelo. El mero hecho de tocar ambos instrumentos desde una edad temprana me ayudó muchísimo a la hora de afinar al máximo mí oído musical. Supongo que ya cumplidos los 16 años sabía que quería producir música a otro nivel, para más inri, que eso era lo que verdaderamente me llenaba y quería hacer en la vida. Luego no fue todo precisamente un camino de rosas, tuvo que pasar un buen tiempo hasta que realmente empecé a dar con mi propio sonido, ese que de verdad me definía, no fue hasta entonces cuando comencé a ser completamente feliz.
Musicalmente hablando, ¿cuándo Maya Jane Coles comenzó a transformarse de niña a mujer? Esa es una comparación interesante. Creo que, precisamente, mi próximo álbum mostrará definitivamente la madurez de mi sonido, él será el encargado de destapar cuales son mis verdaderas habilidades produciendo. Bueno, eso al menos es lo que yo espero (risas). En mi manera de ser y trabajar siempre está presente la necesidad de querer evolucionar, de apretarme a mí misma como artista. No está en mi naturaleza eso de estar estancada musicalmente hablando. La auto-complacencia nos especialmente una de mis cualidades, menos aún, y repito, lo de permanecer impasible en cuanto a percibir y filtrar estilos musicales…
Intentemos un nuevo ejercicio de retrogresión, yendo más allá ¿serías capaz de retroceder en el tiempo y decirnos que música solía acompañar tu entorno… a los 4 años por ejemplo? La verdad es que ni siquiera recuerdo lo que escuchaba cuando tenía tan solo 4 años. Lo que si guardo en mi memoria muy bien es de lo afortunada que he sido al crecer en una ciudad plagada de diversidad cultural. El contexto ha sido el idóneo para empaparme de la manera más sana de todas las culturas y escenas musicales habidas y por haber. Ahí es donde creo a pie juntillas radica gran parte de lo que soy ahora, en algo tan sencillo como calarme hasta la médula de tantas cosas, es imprescindible tener una mentalidad abierta a cualquier input.
Me consta que desde muy joven te pirraba un género como el hip hop ¿te hubiese gustado por ejemplo ser una especie de versión femenina de Timbaland? Aún tengo toda una carrera musical esperándome, ahí mismo, delante de mí, así que ¿quién sabe lo que vendrá después? Así es, no te equivocas, siempre estuve muy enchufada al hip hop de la década de los 90, también de principios de este nuevo siglo. Reconozco que fue lo primero que me empujó a crear música. Hace muy poco descubrí en un par de discos duros antiguos algunas de esas primeras producciones. Datan exactamente del 2003 y el 2004. Me pinché esas canciones, y vaya, ni yo misma me creo cuan enganchada estaba a ese estilo. Por lo tanto, y esto es una especie de primicia, estoy rehaciendo algunos de esos temas, para luego, es lo que tengo en mente, lanzar un EP enteramente de hip hop. Quizás un álbum. Como poco interesante ¿verdad? ya que de un modo u otro habrá supuesto más de una década en ser creado y finalmente lanzado.
No eres una ‘artista más’. Más bien una persona que intuyo debe tener un clon para poder tirar adelante con todo su programa: el sello, los viajes, etc. ¿cómo te sueles organizar una jornada de trabajo? Si es que te organizas… Todo depende bastante en cómo se presenta cada jornada. Esa es la realidad. Un buen día me puedes pillar en un bolo, sino como dices desplazándome constantemente, quizás en el estudio produciendo algunos temas nuevos propios, quien sabe si produciendo a otro artista, o haciendo una entrevista como ahora mismo, dándole vueltas al diseño de una nueva carátula, o sumergida en una intensísima sesión de fotos… el caso es que, en medio de todo ese trajín, encontrarás finalmente a una persona normal intentando hacer vida. Reconozco que es un reto constante, no paro de hacer malabarismos. De esa vida que te comentaba, la mayor parte del tiempo siempre es trabajo. Poco me queda para lo demás. Si tuviese la oportunidad, sí que elegiría con los ojos cerrados en tener la oportunidad de gozar con más tiempo para hacer música. Eso, seguro.
Hace poco te volvimos a tener con nosotros ¿Qué es lo que te atrae más de España? Además de venir a tocar ¿has disfrutado de nuestro país como visita de ocio? Sí, he estado de vacaciones por España casi tanto como he pasado por ella actuando. Me siento afortunada de haber pasado muy buenos ratos siempre, muchos a decir verdad. Te hablo sobretodo de ciudades fantásticas como Barcelona, Madrid e Ibiza. Estas tres en particular. Obviamente el clima es siempre estupendo. Aunque debo confesar que me gustan a la par tanto las tormentas como los rayos del sol. Más puntos a favor… Como no la comida, la arquitectura y por supuestísimo, su gente. Todo suma, y todo son ventajas a tener en cuenta.
¿Cómo te sentiste en la Boiler Room & Ballantine’s True Music de Madrid? Lo de Madrid esta última vez fue una pasada, me divertí un montón. El público español siempre me recarga con su energía.
Este tipo de formato. Sin duda una manera estupenda de que tu trabajo en cabina esté al alcance de cualquier seguidor sea del rincón del mundo que sea ¿verdad? De Nueva Delhi, Estambul, Berlín… Correcto. No me he prodigado mucho por el momento a la hora de hacer live streamings (retransmisiones en directo). Es bastante diferente a lo que yo entiendo por pinchar en un club. La presión se palpa de un modo distinto, está más presente, pues siempre notas que tienes una cámara acechando alrededor. Cada movimiento, gesto que haces, está siendo filmado, no solo eso, también grabado… Por supuesto no solo se trata del vídeo, más importancia tiene aun lo que suena, todo lo que sueltas debe quedar impoluto. Si mezclando cometes algún error quedas retratada. De hecho inmortalizada en ese vídeo que luego podrá ver cualquiera, en el momento que prefiera y desde el lugar que quiera. Gracias a dios todo marchó a las mil maravillas en Madrid junto a Kim Ann Foxman. Por otro lado, me hace sentir súper feliz el mero hecho de llegar a toda esa gente que, aun gustándole lo que hago, por una razón o por otra, les es imposible venir a verme actuar en su país, en su ciudad.
¿Cómo describirías lo que hay dentro de tu ‘maleta de discos’ ahora mismo? Sé que te gusta variarla muy a menudo ¿mucho? Es muy camaleónica. Varía constantemente dependiendo del bolo. Soy partidaria de mantener siempre un halo de curiosidad entre la gente que decide venir a oírme. Y no solo eso, también es vital para mí misma. Últimamente he estado por ejemplo probando algunas de las canciones de mi nuevo álbum. Me lo he pasado muy bien haciéndolo ¡Tengo la sensación de que han tenido que pasar décadas para que por fin la gente las escuche, no solo yo!
¿Es posible saber algunas de las historias detrás de tus tatuajes? Particular intriga por esa pareja de búhos… Pienso que es divertido tratar la propia piel como si de un lienzo humano se tratase. Eso, lo primero. Dicha esta afirmación me encantará contarte que la pieza que ilustra mi pecho es un rediseño que un artista hizo de un bosquejo mío dibujado hace unos cuantos años atrás de eso mismo, dos búhos uno junto al otro y mirándose. No se quitan ojo, se observan. La idea es básicamente la de que nos estamos protegiendo todos. Lo hacen entre ellos, yo misma también.
¿Próximo pasos de Maya Jane Coles como como artista y ser humano? Mi próximo gran paso será precisamente ese álbum, que además será doble. Esto segundo no te lo dije. Tengo previsto que aterrice pronto, no quiero que se demore mucho. Y luego, eso mismo que estábamos comentando hace un rato, un lanzamiento con todos esos cortes de hip hop rescatados y ahora retocados más de diez años después. A partir de ahí, de estos dos pasos claves, quien sabe. Lo que sigue en la vida como ser humano que soy, jajaja ¡ni idea, eso es lo que menos he planeado!
Entrevista: Bruno Garca
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