Cuando el Monkey Week tuvo que mudarse a Sevilla y abandonar la ciudad que lo había visto nacer (como ya se ha contado en alguna ocasión, el cambio era inevitable para la supervivencia del festival), los responsables de la criatura prometieron que inventarían alguna excusa para volver a El Puerto de Santa María. La excusa terminó por convertirse en todo un hermano pequeño, el Monkey Weekend, que echó a andar en junio de 2017, y que ya en su segunda temporada presenta hechuras de cita asentada (e inevitable) en el calendario.
Las razones, claro, son las mismas que hicieron legendarias las primeras ediciones del Monkey Week: el uso de espacios atípicos para programar conciertos (ya sea la falda de un castillo, un patio con varios siglos de historia o una taberna en la que se cabe a duras penas), la posibilidad de ver a una banda de rock a dos metros de distancia, mientras el camarero te acerca una ración de tortillitas de camarones, los paseos por la calle Misericordia, tropezando una y otra vez con viejos amigos a los que se ve de temporada en temporada. La sensación, en fin, de estar en una ciudad temporalmente tomada por la música, en la que cualquier cosa es posible. Eso sí, con una escala más reducida y sin el añadido de las jornadas profesionales: aquí lo único que hay es música, mucha música, concentrada en el espacio de un fin de semana.
La cita arranca el viernes 15 por la noche, en el patio del Castillo de San Marcos, una fortaleza con orígenes en el siglo X, por el que pasarán Guadalupe Plata, Mohama Saz y Esteban & Manuel, esa pareja de gallegos aficionados a la cumbia y el autotune que están triunfando como Los Chichos en el Tívoli World. Y no acaba ahí la cosa, porque la fiesta continuará en la bodega del castillo, reconvertida para la ocasión en una discoteca en la que el peruano Yuraq Walla y la misteriosa Betty Miserias harán bailar (o no) al público.
Mohoana Saz, foto por Arancha Prada
La jornada del sábado 16 también incluye sorpresas: una serie de conciertos en varias de las casas palacio de la ciudad, con actuaciones de Sant Miquel, Víctor Herrero y Ayalga; el Garajé Bugalú, que como su propio nombre indica es eso: un garaje (y que como no podía ser de otra manera acogerá a bandas de espíritu garajero, como The Picoletones); un karaoke auspiciado por Paco Loco y sus Jaguares de la Bahía al borde de la ribera y la recuperación de la mítica casa Happy Place (ese lugar al que se sabía cómo se entraba, pero no cómo se salía) como espacio Monkey Week, con actuaciones de Branquias Johnson o The Sweethearts From America, entre otros. A esto hay que añadir un escenario gratuito en la Plaza de Alfonso X (ojo a La Big Rabia y a Club Del Río, que tocan allí) y el circuito tradicional de conciertos, repartido por varias salas y bares de la ciudad, tan encantadores como la terraza del bar Santa María, ese sitio en el que se puede ver una bandeja de chipirones fritos apoyada sobre un amplificador de guitarra. La lista de bandas es larga, e incluye nombres como los de Marina Gallardo, Soleá Morente & Napoleón Solo, Bronquio, El Lobo En Tu Puerta, Cala Vento, The Oddballs, Bifannah, Los Nastys o Favx. Un cartel completo y variado (como las raciones de pescaíto frito del Bar Gonzalo), que tendrá una coda el domingo por la mañana en la terraza de Toro Tapas, donde el sevillano Pájaro tocará a la hora del vermú. Habrá quien prefiera pasar la mañana en La Gaviota, otro lugar mítico de El Puerto de Santa María, pero esa es ya otra historia.
MONKER WEEKEND 2018
15 y 16 de junio de 2018 / El Puerto de Santa María, Cádiz
Comprar entradas.
www.monkeyweek.org/monkeyweekend
Texto: Vidal Romero
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