La película Parásitos es la último trabajo del coreano Bon Joon-ho. Un director capaz de conmover con una estética feísta en una historia de crímenes irresueltos (“Memories of murder”, 2003), tenía que dar el campanazo definitivo con la película que le hará pasar a la historia.
Bon Joon-ho también es responsable de otro film de monstruos ancestrales (“The Host”, 2006), otra película acerca de las tribulaciones de una madre coraje (“Mother”, 2009) y un apocalíptico trayecto en tren para alertar sobre la deriva de la sociedad moderna (“Snowpiercer”, 2013)
Si alguien se preguntaba cómo luciría en pantalla un Luis Buñuel del siglo XXI o un Alfred Hitchcock pasado de rosca puede hallar la respuesta con el visionado de la magnífica película “Parásitos”, una de las sorpresas del último año en la cartelera nacional.
La película Parasitos ha sido Palma de Oro en el Festival de Cannes y ganadora de dos Oscars
Palma de Oro a la mejor película en el último Festival de Cannes, reciente ganadora de sendos Oscars como mejor cinta y, sorprendentemente, también como mejor película de habla no inglesa.
Dejando aparte el debate sobre si era justo o no que arrebatase dicho galardón a la otra gran favorita, una “Dolor y gloria” arrasadora en los Goya 2020, este arriesgado ejercicio cinematográfico tiene varias menciones especiales de la crítica en certámenes de diversa importancia.
El film Parásitios del coreano Bon Joon-ho obedece a la misma premisa de siempre: aglutinar géneros sin dejarse el prestigio en el empeño, por mucho que ese sea el argumento básico para que sus detractores afilen los dientes con cada nuevo título del pequeño genio asiático.
Todos somos (o podríamos ser) parásitos
Sí, la película también es una aproximación al lado oscuro del individuo disfrazada de alegato antisistema. Con una impronta de humor negro que podría emparentar, sin riesgo de entrar en detalles, con célebres paisajes emocionales. El del “Fargo” de los hermanos Coen o, en las antípodas de los medios, aquel de “El extraño viaje”, esa pequeña obra maestra que Fernando Fernán Gómez dirigió a mediados de los sesenta.
De la misma manera, convirtiendo en farsa todo un universo de apariencias en blanco y negro que ahora, rebasado el siglo XX, sigue antojándose igualmente patético.
Con “Parásitos”, atinado título para una historia de fingimientos y consecuencias imprevisibles, la peculiar óptica del director se ceba en las miserias de una familia abocada al fracaso que vislumbra un mínimo de porvenir en las mínimas habilidades de algunos de sus miembros para infiltrarse en un ambiente que les viene grande y dinamitarlo desde dentro.
La coherencia de los altibajos narrativos
El equipo actoral, en plenitud de facultades, hace que todo resulte más o menos creíble gracias a un guión que solo pierde parte de su coherencia en el tramo final. Un relato que no deja títere con cabeza y mezcla géneros con la misma facilidad que los dinamita.
Asusta el perfil falsamente amable de cada uno de los miembros de ese diabólico ente familiar, buscando la complicidad y la empatía del espectador.
Perturba comprobar cómo sus aviesas intenciones, desveladas a medida que la trama se las facilita, son perfectamente compatibles con las de cada uno de nosotros, de vernos abocados a una situación límite de similares características.
La sentencia universal que asegura que el fin justifica siempre los medios es en el film Parásitos, revertida y reorientada de forma sibilina.
La deriva absurda hacia el gore no nubla una historia narrada con pulso firme. Impregnada de comicidad involuntaria y orientada hacia un desenlace fatal inconscientemente esperado.
Sin duda, la película Parásitos es una más impactantes de la última década, y la afirmación no es en absoluto exagerada.
Director: Bon Joon-ho.
Reparto: Son Kang-ho, Lee Seon-gyun, Jang Hye-jin, Cho Yeo-jeong, Choi Woo-sik, Park So-dam, Park Seo-joon, Lee Jeong-eun, Park Keun-rok, Hyun Seung-Min.
Género: Comedia negra / Thriller
Fecha de estreno: 25/10/19
Texto: JJ Stone
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Genial y interesante.