Criado con la explosión punk de finales de los setenta, en la que formó parte de los míticos The Only Ones, Peter Perrett ha pasado gran parte de su vida perdido en una nebulosa de drogas y apatía. Hasta hace dos años, cuando “How the west was won” supuso su brillante regreso al mundo de los vivos. Un disco de rock clásico y musculoso, que mira con ironía hacia el mundo actual, y que tiene una estupenda continuación en “Humanworld” (Domino, 2019).
Tu carrera se puede definir como errática. Tuviste mucho éxito con The Only Ones a finales de los setenta, intentaste una breve carrera en solitario a mediados de los noventa y luego desapareciste durante veinte años. Peter Perrett ¿qué has estado haciendo todo este tiempo?
En realidad, hubo una gira de reunión de The Only Ones en 2007, que me tuvo ocupado un par de años. Incluso llegamos a tocar en Madrid, y lo recuerdo como uno de los mejores conciertos que dimos. Había planes para componer y grabar canciones nuevas, pero la verdad es que aquella gira me superó. Las bestias estaban sueltas de nuevo, y yo no estaba preparado para domarlas. El resultado es que he pasado bastantes de los últimos años drogado o de resaca. Y cuando por fin he aprendido a estar sobrio me he dedicado a dormir, a pasear, a no pensar en demasiadas cosas. He descubierto de nuevo las cosas importantes de la humanidad.
Ecos de un pasado glorioso
Peter Perrett ¿qué te empujó a escribir canciones de nuevo?
Casi todas las canciones de “How the west was won” están escritas entre 2015 y 2016. Domino había mostrado interés en sacar un disco, así que me puse a trabajar. Hay un par con un origen anterior, pero tampoco las terminé hasta que tuve un objetivo claro. Escribir canciones cuando piensas que no las va a escuchar nadie tiene un punto liberador, pero no te lo tomas tan en serio como deberías. A mí, al menos, me viene bien la presión de tener una fecha de entrega. Y de hecho, sigo viviendo un poco de las rentas: nueve de las canciones de “Humanworld” provienen de esa misma época.
“How the west was won” parece un disco de otra época, conserva en parte el sonido y la atmósfera de tus discos de los setenta. Pero al mismo tiempo, las letras tratan temas muy de actualidad, incluso te permites hablar del culo de Kim Kardashian. ¿Cómo se conjugan esos dos opuestos en la mente de Peter Perrett?
Casi todo el mundo me pregunta por esa letra, se ve que ha tenido éxito (risas). Imagino que es lógico que el disco suene como los que hice cuando era joven porque hay muchos puntos en común. Mi voz, mi manera de escribir letras, mi forma de hacer música. Pero al mismo tiempo, el mundo ha cambiado desde entonces, y no puedo estar ajeno a esa realidad. Hace cuatro o cinco años mi mujer me enseñó a utilizar internet. Al principio buscaba sobre todo cosas relacionadas con el fútbol, pero de repente descubrí ese mundo de celebridades y estrellas virtuales, como Kim Kardashian. La sola existencia de ese universo paralelo me pareció fascinante.
El componente político en sus letras
De hecho, las redes sociales aparecen varias veces en tus letras. Letras, con un componente político bastante marcado. ¿Es una consecuencia de haber crecido en la generación punk, que estaba mucho más concienciada que las posteriores?
La época del punk era perfecta para tener una banda porque funcionaba como una zona cero. Parecía que todo estaba por inventar, eran tiempos de cambio y mostrar enfado con el sistema político resultaba natural. Ahora la situación es muy diferente, pero siguen sucediendo cosas incomprensibles. Piensa por ejemplo en un presidente como Donald Trump, que parece un personaje de comedia de situación absurda. Yo me considero un animal político, así que es inevitable que se filtren detalles de la actualidad en mis letras. Pero intento mantener siempre el sentido del humor cuando hablo de estas cosas, no quiero que nadie me tome por un predicador.
Imagino que el Brexit también te preocupará.
El Brexit es como una broma pesada, algo que ni siquiera parece real, a pesar de todas sus consecuencias. Pero lo peor es que nadie sabe exactamente lo que significa, la gente lo interpreta de maneras muy extrañas y siempre desde puntos de vista pasionales. El resultado es una gran cantidad de ira, frustración y pensamientos negativos, sobre todo en las redes sociales. Por otro lado, también creo que es una lección de historia, nos habla de lo difícil que resulta mantener la serenidad en este mundo. Podemos hablar otra vez de Trump, y de todas las locuras que está haciendo. O del problema que tenéis en Cataluña. El sólo hecho de que alguien pida la independencia en un momento como este, en el que deberíamos estar todos unidos, me parece ridículo, de hecho escribí canciones acerca del Brexit para “Humanworld”. Pero decidí que no era una buena idea incluirlas.
Los grandes temas de “Humanworld”
¿Cuáles son, entonces, los grandes temas de “Humanworld” para Peter Perrett?
Con el disco anterior quería ser poético en un mundo actual. Había canciones acerca de mi mujer, canciones acerca de cómo envejecer y reflexiones acerca del mundo. En “Humanworld” hay de nuevo canciones sobre mi esposa, canciones de amor platónicas, escritas de un modo inocente. Y también existe una cierta preocupación sobre el momento político actual. Vivimos en un mundo que es distópico en muchos sentidos. La falta de comunicación, el aislamiento, los problemas mentales, la ansiedad y el enfado generalizado son la realidad diaria para mucha gente. Y es difícil ser positivo con esa realidad, porque es cada vez más dura. Las redes sociales se han convertido en una locura, nos han transformado en animales, que se mueven a partir de estímulos como las fake news. En realidad, el mundo entero parece mentira, no podremos creer en nada nunca más.
¿Es esa la razón de que el sonido del disco sea más áspero, mucho más inmediato?
El nuevo disco es más confiado, y en gran parte creo que se debe a que lo ha producido mi hijo Jamie. También creo que se trata de un disco feliz, a pesar de lo que te he dicho antes (risas). Y desde luego es mucho más sencillo. Es una de las cosas que me obsesionan últimamente, alcanzar el máximo grado posible de simplicidad.
La idea de la simplicidad
Desde luego, las canciones son cortas y directas. Es algo poco habitual en los tiempos que corren.
Eso forma parte de mi idea de simplicidad. Cuando escuchas un CD la duración de las canciones no importa, porque la calidad del sonido no se ve afectada. Pero cuando grabas un vinilo, tienes que tener en cuenta un montón de factores que afectan al resultado. Yo he crecido en una época en la que los discos se hacían pensando en todos esos factores, y quería recuperar esa sensación, para no tener problemas con el prensado. Una de las primeras decisiones consistió en eliminar las introducciones y todas las partes de las canciones que no fueran estrictamente necesarias, quedarnos sólo con lo esencial. También desechamos canciones, precisamente para evitar que el disco se hiciera largo. Es irónico, porque al final esta búsqueda enlaza también con lo que sucede a nuestro alrededor: en la actualidad, las canciones largas no funcionan bien. Ni en la radio, ni en las redes sociales.
Feeling familiar
Tus dos hijos forman parte de la banda. ¿Cómo es trabajar con ellos?
Mis hijos han tocado juntos desde que eran niños, así que se entienden a la perfección. Y además son muy buenos músicos; de otro modo, no podría tocar con ellos (risas). Pero además, son capaces de entender mis necesidades y mis decisiones de un modo mucho más natural que cualquier otra persona. Pueden superar mis limitaciones, me cuidan y me obligan a estar concentrado. Por otro lado, como han visto todo lo que supone el estilo de vida de una estrella del rock, se toman su trabajo de un modo muy profesional, sin romanticismos al respecto. Formaron parte de la banda de Pete Doherty durante varios meses, pero aquello no podía durar: se iban a la cama mientras sus compañeros salían de fiesta.
Peter Perrett, vendrás a tocar dentro de poco a España. ¿Cómo has planteado los directos?
Lo más sencillo posible. Será la misma banda que ha tocado en el álbum, y que ya me acompañó en las giras anteriores. De hecho, algunas de las canciones de “Humanworld” se habían refinado en directo antes de grabarlas.
Entrevista: Vidal Romero
Foto: Steve Gullick
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