Sónar Barcelona 2023: el buen equilibrio en el movimiento

El carácter conmemorativo y festivo de una edición tan redondísima como ha sido la de este año, fue palpable desde el minuto uno del Sónar Barcelona 2023. Durante las tres jornadas ininterrumpidas del 30 aniversario -diurnas y de ‘vespre’ en mi caso, aunque la apoteosis nocturna fue de traca.

Enormes actuaciones y nombres como el maestro Aphex Twin, Fever Ray, Eric Prydz con su espectáculo A/V «HOLO», la rapera Little Simz o el cierre, sesión a modo de guinda final de Ángel Molina– sentimos como nuestra moral alcanzaba extremos insospechados gracias a un ambiente explosivo, inclusivo y diverso. De aires desatados pero bajo control siempre. El ocio, la fiesta, la diversión.

Y por supuesto, sin olvidar que, por este 30 aniversario han pasado muchos más artistas con shows memorables que han hecho de esta edición una de las más potentes hasta la fecha. Una lista casi interminable con nombres como Bicep, Richie Hawtin, Peggy Hoy, Black Coffee, Amilie Lens o Bad Gyal entre muchos otros, han hecho de esta edición un suculento pastel sonoro que quedará en el recuerdo de todos.

El buen rollo del personal asistente -el Día, más petado que nunca, para ser exactos la edición 30º alcanzó los 120.000 asistentes, 51.000 en el Sónar de Día y 69.000 en el de Noche- y una enorme cuadrilla de artistas tomaron posesión de un recinto remozado y desde luego bastante mejorado. Aunque la perfección no existe y no olvidemos que se trata de un ‘macro festi’, nunca es malo disfrutar de más de una comodidad. A continuación esas actuaciones y momentos destacados que con sumo gusto paso a descifraros.

Tres claras favoritas de Sónar Barcelona 2023

Claraguilar: permeabilidad

La artista catalana encabeza mi particular trío de ases. Debo confesar que la actuación en el Complex+D estrenando su espectáculo de música y luces “Figura”, junto a Oscila Studio, me absorbió tanto que por ratos sentí pellizcos de emoción e incluso como un brazo con un guante largo rojo me empujaba animándome a retomar la producción musical. El suyo.

Claraguilar ya no es una promesa. Su talento y mando son una realidad. Sobre el escenario es una fiera no exenta de elegancia que defiende a las mil maravillas un discurso para nada espeso de texturas electrónicas entremezcladas con melodías sintetizadas y notas clásicas, orquestales, especialmente de piano. Un carrusel donde comparten medio desde el techno emocional al trip hop, el step o el drum’n’bass planetario. Profunda y sensible.

Marina Herlop: Ilusionismo

Fue de hecho la primera actuación vista este año que me dejó prendado. Su nervio, talento y duende sobre el escenario son brutales. Los músicos que la acompañaban, a su altura. Marina Herlop es sinónimo de experimentación y casta. Ella utiliza como si fuese plastilina la tradición, las armonías, los compases rítmicos, lo visceral y ancestral para lograr una fusión libre, altamente creativa, seductora, que aunque tire de esquemas personales y perversos, nos acaba resultando natural.

Para mi fue como soñar despierto ver actuar a una artista capaz de reunir lo mejor de grandes nombres como Björk, Kate Bush o La Chica. Y que luego argumenta a su manera. Su tercer LP publicado el año pasado, “Pripyat”, y este directo en Sónar 2023, invitan a un futuro único.

Grove: intensidad

Enorme sorpresa la suya. La singularidad y energía que recibes de Grove es como un tartazo en toda la jeta que te deja con un sonrisón de oreja a oreja. El artista no binario de orígenes jamaicanos dejó patente la poderosa herencia musical de su ciudad, Bristol, a la vez que una frescura desorbitada y un plantel digno de una tormenta eléctrica sobre el escenario del SonarVillage.

Ni dos minutos tardó Grove en bajarse al foso, ponerse justo en frente de mí, y mientras soltaba sus demonios desde el micro, me miró a los ojos, sonrío y me dio con sus trenzas a modo de látigo. Y es que Grove, junto a ese arsenal de ritmos rotos (especialmente drum’n’bass, dubstep y UK beats), electro-punk y bajos atronadores, es sencillamente imparable. No estuvo quieta ni un segundo. Aún me pregunto cómo hace para respirar. Delirante y explosiva. Un espíritu indomable.

La genuidad y los poderes de Ana Quiroga & Estela Oliva, Bendik Giske

Suele pasar que tras ‘sufrir’ un vendaval, toma presencia la calma. Algo parecido, aunque no del todo exacto, sucedió mientras mutábamos las calores y el gentío ensordecedor para escondernos un buen rato en un rincón como el Stage+D by Mediapro. Turno para la magia ocultista, el espectáculo A/V de Ana Quiroga junto a Estela Oliva. Ellas nos desvelaron en primicia el núcleo de lo que será “Azabache”, álbum debut de Ana (conocida también por ser la mitad de LCC) para Houndstooth.

Un espectáculo de claroscuros con ellas frente a frente rodeadas de una parafernalia de hasta siete pantallas. Ideal. El resultado, tan enigmático como cinemático y conceptual. Una combinación de imágenes diseñadas digitalmente (paisajes y habitaciones llenos de enigmas, poderosos exteriores planetarios e incluso un avatar de la propia Ana) acompañadas de sonidos reservados donde se equilibra lo analógico con lo orgánico. Un ritual místico donde se dieron la mano la tradición, con la exploración y las propias experiencias personales.

Ha sido en Sónar 2023 cuando he visto por segunda vez al talentoso Bendik Giske. La particularidad del músico noruego eleva las posibilidades de su instrumento fetiche, el saxofón, hasta el infinito. No he visto a nadie como él sacándole tanto partido al lenguaje del viento, de las notas que se multiplican, aparecen y esconden… lo suyo es siempre un recital sobresaliente de un virtuoso de crear atmósferas a priori imposibles. Su directo es un plano en constante expansión, magnetiza y nos lleva allá donde él quiere. Sólo es capaz de comernos a todos.

En el mismo escenario, el del SonarHall, y también sola ante el peligro, tuvimos a la jovencísima Erika de Casier defendiendo mezcla de R&B y 2step fresquito. Un remanso nada tóxico lo suyo. Eso que en su fórmula de apariencia tan cálida hay mucho espacio, en las letras, para contar malas experiencias.

Pasado y presente en Sónar Barcelona 2023: Desert, Perera Elsewhere, Deena Abdelwahed

Dos de estas actuaciones brillaron por su pegamento, uno formulado entre lo costumbrista y lo futurista. Perera Elsewhere y la libanesa Deena Abdelwahed, ambas sobre las tablas y el techo del SonarHall, hilando canciones electrónicas con tintes -en su mayoría relajantes- de pop y tradición. Pasado y presente de una.

Exprimen al máximo un ambiente de música en directo cordial que bien podría formar parte de un escenario ‘media luna chill’. Dub, trip hop (muy Morcheeba en el caso de Perera Elsewhere), raíces árabes… una ensalada que se digiere sin más complicaciones.

Muy fieles también a sus últimos lanzamientos discográficos: “Home” y “Jbal Rrsas”. El primero ya publicado y de los discos más conmovedores del año; el segundo por ver la luz en otoño vía InFiné, por lo que la diva Abdelwahed tuvo la cortesía de desnudanoslo en primicia.

Ver de nuevo al dúo Desert en directo supuso conocer en primera persona la ‘inquietante’ evolución de los barceloneses. Crecen y no desmerecen. Desde el efectista dream-pop tirando de xilofón de hace unos años… al nuevo discurso de Cristina Checa y Eloi Caballé presentando “Caos sota el cel” mucho más sombrío e impresionista. Por momentos incluso amenazante. Todo muy bien envuelto con visuales de Krea, el diseño de luces de Oscila Studio e incluso las coreografías de Cris.

Dando calambre: Oneohtrix Point Never, Max Cooper, Lorenzo Senni y MANS O

Todos estos justificaron las causas de un buen calambre. En esta ocasión, poco o nada doloroso. Oneohtrix Point Never, quien lleva firmando algunos de los mejores discos de robótica humanizada de la última década, se plantó el jueves en SonarHall con su magia sintética presentando “Rebuilds”.

Un show donde reformula su viejo repertorio, en vez de presentar -como alguno pensó- el nuevo álbum previsto para este año. Su sonido es un altar emocional. Eché de menos más ligazón entre tema y tema. Finales, en ocasiones, un tanto abruptos.

Otro señor, podemos decir que incluso científico loco, aterrizado de no sé qué planeta. Max Cooper, regresó a su escenario Sónar fetiche (SonarHall) para, primero llenar la sala hasta las trancas, segundo asombrarnos a todos con una puesta en escena donde los visuales son tan importantes como lo que se escucha. Increíble es su música tanto planchada como en directo. Magnetita es también su postura para recrear y hacernos sentir la tecnología ligada con la ciencia y lo natural. De lo mejor de este Sónar 2023.

Por su parte, Lorenzo Senni y MANS O, dos bestias pardas (más) del actual panorama electrónico. El italiano, uno de los últimos fichajes más certeros de Warp, tirando de conceptos subversivos para experimentar y deconstruir sonidos trance. El catalán, uno de los personajes más emblemáticos de la escena patria de lo que llevamos de siglo.

Patenta ideas muy llevaderas, como su música -aunque juegue al despiste y experimente- o sus instalaciones… pero es que cuando en directo suma su pasión por el baile ¡lo borda! Es lo que sucedió en su propuesta, “Nuevo Ritmo”, una especie de reflexión entre sus inicios como bailarín de hip hop y los contrastes de la pandemia. Música, expresión corporal, AI y un buen juego-surtido de visuales para que el tiempo volase.

Sesiones con mucho orgullo en el ‘Village’

Con permiso del escenario SonarPark by DICE donde tuvimos los breaks pisteros de Dalila o los sonidos urbanitas harto ásperos y profundos de Omagoqa, la palma del festival en su versión más aperturista y bailonga se la otorgamos al SonarVillage. Área replanteada, un acierto en cuanto al cambio de disposición… igual la carpa que nos salva del sol a primera hora, luego con tanta masa humana dándolo todo, incluidos los humos, peca un tanto de efecto tupper.

El caso es que allí se vivieron las sesiones de mayor voltaje y delirio en las jornadas de Sónar Día. Como un querido compañero de otro medio apuntaba (Raül de Fantastic Mag) se podría haber bautizado como SonarPride. Especialmente la jornada del viernes 16 de junio.

Por el escenario al descubierto de este Sónar pasaron y dejaron huella, The Blessed Madonna con su habitual caja de sorpresas. Una donde entraron esta vez desde acid-techno a house o disco. Temas rarunos y otros mucho más sonados, incluidos himnos dulzones como “Seratonin Moonbeams”.

Al igual que sucedió con ella, el stage se llenó de bailarines y color, muchísimo color, con la actuación de Horse Met Disco x Prosumer. Ellos tuvieron precisamente el cierre de Sónar en sus jornadas diurnas. La proclama de ellos, muy clara. Música disco con tintes muy funk para vivir el puro placer de bailar. Arrancaron con el “Bad Company” de Purple Disco Machine, para luego seguir la ruta del sudor con clásicos como “Our Love” de Donna Summer o “Passion” de Gat Decor (versión cantada).

El Back4Back de excepción con 2manydjs, Tiga y Peach en Sónar Barcelona 2023

Otro de los platos fuertes del SonarVillage fue el cuarteto especial engendrado para la ocasión, formado por nada menos que 2manydjs, Tiga y Peach. Aunque se notaba claramente que los ‘directores de cabina’ eran los hermanos David y Stephen Dewaele, entre los cuatro se fueron repartiendo las tareas.

El resultante, una sesión dinámica a cuatro bandas comandada por el zapateo, los bombos, el techno no machacón y una tira muy larga de clasicotes remozados. En el vaivén de los 4×4 se podían adivinar momentos inolvidables de la escena dance protagonizados por proyectos como Nitzer Ebb, Opus III o aquel “Los niños del parque” de Liaisons dangereuses ¡Viva la fiesta!

Sónar a sus 30 años

Treinta años de Sónar condensan tres décadas de mojarse con la actualidad. Con el presente que nos desvela el futuro. Es exploración sonora y visual, bien con actuaciones en directo, sesiones o instalaciones, Sónar también se nutre de buscar, de proponer apuestas arriesgadas que contrastan con otras más masivas o punteras… Como decía el bueno de Bruce Lee “Hay que buscar el buen equilibrio en el movimiento y no en la quietud.”

Sónar, es todo un referente a nivel mundial que, tal como indica Ricard Robles (uno de los co artífices del Sónar) se sigue basando “en la ilusión, matizada por la experiencia de los años, la vocación y un punto de locura” ¡Bendita locura, Ricard! ¡Felicidades y a por otros treinta tacos más!

Nos vemos en Sónar 2024! Tickets disponibles en: sonar.es

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Texto: Bruno Garca