Vicente Roca, la rebelión musical contra el statu quo

Vicente Roca es un músico y compositor de San Fulgencio (Alicante) que, a sus 40 años, ha dado un importante y arriesgado salto en su carrera profesional. Tras media vida dedicándose a crear música de baile, Vicente ha resurgido con un nuevo sonido que mezcla música a piano con elementos electrónicos y percusiones orgánicas en un acto liberador, para encontrarse a sí mismo como artista.

El pasado febrero, este artista publicó «My body is open»: un álbum en el que trabajó durante dos años con el que, no solo ha sanado de una tendencia emocional negativa y paralizante sino que también, ayuda a sus oyentes en la misión de encontrarse a sí mismos —gracias a las emociones que evoca su música— y logren  entrar en contacto con su verdadera esencia.

Vicente Roca camperizó su viejo coche para poder disponer de un estudio móvil y poder dar vida a estas canciones mientras atravesaba carreteras y paisajes cambiantes de la costa española. De este modo, compuso las 10 canciones autobiográficas de su álbum en la carretera. Ahora vuelve con «Solitude (Recreations)», un anticipo del que será su próximo álbum, con el que pretende mostrar su rebeldía contra el status quo.

Vicente Roca: «Expresando emociones que la música de baile no te permite mostrar»

Llevas 20 años dedicándote a la producción musical pero solo ahora te has decidido a publicar tu obra, ¿por qué?

Realmente he editado mucha música de baile durante estos 20 años, principalmente «Melodic House» con mi aka Eryc Karezza. Pero sentía que quería decir otras cosas con mi música, expresar otras emociones que la música de baile no te permite mostrar, como por ejemplo melancolía. Y de ahí nació este nuevo proyecto.

Tu música puede catalogarse como ambiental, con tendencia neo-clásica pero también producida sobre patrones inspirados en la música electrónica, que es de donde vienes, y además está enfocada para teatros y auditorios. A partir de estas coordenadas básicas, ¿cómo definiría Vicente Roca con sus palabras la música que hace?

No sabría como etiquetarla, la verdad; lo que si tengo claro es que quiero que mi música sirva para algo más que simplemente escucharla, por ejemplo para ayudar a la salud mental de las personas. Sí te puedo decir que mi música nace de la inspiración que me produce tocar el piano. A partir de ahí suelo experimentar con elementos de la electrónica como sintetizadores e incluso elementos orgánicos cuando introduzco percusión.

«… puedes acabar olvidándote de lo que realmente eres tú, y lo que quieres expresar con tu arte»

Defines tu nuevo EP, «Solitude (Recreations)», como un trabajo que desafía el statu quo y que se rebela contra los patrones impuestos por la sociedad y las expectativas de quienes nos rodean. ¿De qué forma percibes ahora que te has plegado a ellas a lo largo de tu carrera pasada?

En mi caso particular, a mí me ha hecho mucho “daño” hacer lo que siempre se esperaba de mí como músico. Lo veo en otros artistas también: siempre queremos agradar, queremos que nuestra música funcione, tenga escuchas, genere dinero… y esto es peligroso porque puedes acabar olvidándote de lo que realmente eres tú, y lo que quieres expresar con tu arte.

Pero esto pasa en cualquier otro trabajo o ámbito de la vida: jefes que quieren que hagas las cosas como ellos dicen, familia y amigos que te dicen como deberías enfocar tu carrera laboral y personal, políticos que nos dicen como debemos comportarnos.  A mí en la parte personal no me ha afectado pero en la musical siempre me he enfocado en los demás, y tenía ganas de enfocarme mí.

¿Cómo ha surgido este acto de liberación de normas, patrones y expectativas que vertebra «Solitude (Recreations)»? ¿Fue gracias a tu primer álbum «My body is open»?

Si, «My body is open» fue mi primer álbum que nació fruto de la experimentación y de hacer lo que realmente tenía dentro de mí. De ahí el título. Me abrí en canal para componer, producir y montar el espectáculo con las 10 canciones que compuse.

Ahora con «Solitude», quería sacar ese lado rebelde que me permita inspirar a otros a ser fieles a su esencia. Así que espero que estas canciones también ayuden a sacar el lado rebelde de mi audiencia. Siempre desde el respeto y la serenidad, ser rebelde no implica hacer la guerra (risas).

«Siendo demasiado fiel a ti mismo puedes quedarte un poco solo en tu propio mundo»

Hablas de una crisis existencial y de un diagnóstico erróneo de depresión como detonante de un cambio de perspectiva a la hora de hacer música, ahora desde un lugar más íntimo y personal de ti mismo, dando como resultado «My body is open» y «Solitude». ¿Qué nuevas puertas te has abierto a la hora de componer y cuáles te has cerrado?

Sí, se habla mucho de que la depresión viene por pensar mucho en el pasado, y la ansiedad por pensar en el futuro. Pero yo creo que lo que ocurre cuando experimentas esos estados es que realmente no quieres estar haciendo lo que estás haciendo con tu vida. Quieres cambiar, pero no sabes cómo. Pero no quiero que se tomen mis palabras como las de un especialista en salud mental porque no lo soy, solo hablo de mi experiencia personal.

En mi caso, me di cuenta de que no tenía depresión, sino que simplemente quería vivir la vida a mi manera. Aunque ello obviamente tiene unos riesgos. De ahí el nombre de mi último trabajo («Solitude»). Siendo demasiado fiel a ti mismo puedes quedarte un poco solo en tu propio mundo. Supongo que el balance es importante, pero que se incline más hacía tu esencia.

En cuanto a la pregunta, esta nueva forma de hacer música está enfocada en tener libertad creativa, siendo fiel a mí mismo en todo momento, así es que no estoy cerrado a nada. Todo es fluir.

También hablas de una misión: ayudar a la audiencia a encontrarse a sí misma gracias a las emociones que evoca tu música para que entren en contacto con su verdadera esencia (lo que aseguras que es difícil hoy en día). ¿Has recibido feedbacks positivos al respecto? ¿Sabes de alguien que haya conectado con su esencia al escuchar un concierto de Vicente Roca?

Por supuesto. Hubo gente que lloró en la presentación del disco, otros me comentaron problemas de ansiedad que tenían en su vida, y que llevaban en secreto, otros problemas de miedo escénico o de hablar en público. Cada canción de ese disco tiene una historia personal muy potente que resuena con la audiencia.

» La mayoría intentan ir a lo que funciona y no a lo que realmente quieren hacer»

Volviendo a la rebelión contra el statu quo de «Solitude (Recreations)»: dices que la sociedad intenta arrebatarnos nuestra esencia y moldearnos para cumplir con sus expectativas. ¿De qué forma crees que lo hace? ¿Crees que, de algún modo, nos moldean para que anestesiemos nuestra vertiente más creativa y artística? ¿Por qué crees que ocurre?

Te diría que se hace a través del miedo. Si es intencionado o no, no lo sé. Me gusta pensar que no es intencionado. Pero es muy complicado encontrar un discurso optimista, de unión, de tolerancia, de esperanza o de felicidad desde la política o los medios de comunicación. Entonces el miedo se instala en la sociedad y nos condiciona a actuar de determinada manera. ¿Cómo se transmite en la vertiente creativa? Bueno, hay artistas que asumen riesgos, pero la mayoría intentan ir a lo que funciona y no a lo que realmente quieren hacer ¿Por qué? Por miedo a no gustar y a no vender. Esto ocurre más a menudo en el mundo mainstream. Afortunadamente hay muchos rebeldes que siguen únicamente sus propias creencias y nos ofrecen trabajos realmente destacables, aunque ocurre más en el mundo underground, a mi parecer, claro.

¿En tus cursos, además de técnicas y herramientas estrictamente musicales y de producción, incides también en este plano más psicológico? Habiendo aprendido a componer de una forma que te ha conectado más contigo mismo, ¿es algo que tratas de enseñar también a tus alumnos?

Si, aunque encuentro mucha resistencia y les presiono demasiado. La mayoría quieren sonar como alguien, tampoco lo voy a prohibir, lo entiendo, y yo pasé por ahí, es normal. Pero siempre aparece alguien que te dice que quiere tener su sonido propio, y sonar a él mismo. Cuando aparece alguien así, se te llena la cara de alegría y dices, mira, un rebelde (risas).

Vicente Roca: «Lo más bonito que te llevas de la música es el cariño del público»

¿Qué artistas consideras referentes en ese sentido? Es decir: ¿qué artistas crees que son un ejemplo de compositores que han sabido conectar con su esencia a pesar del moldeado programático que hace la sociedad?

Bueno, hay muchos artistas en los que encuentro sinceridad: Nils Frahm, Jorge Drexler, C. Tangana, RY X, Avicii (en su momento), Bon Iver. Fíjate que te doy nombres de estilos y mundos muy diversos. Al final yo escucho de todo. Creo que todos ellos tienen una gran necesidad de contar su historia y no seguir estereotipos. O al menos esa es la sensación que me da a mí. Por lo menos suenan diferentes, y no como si fuesen un producto hecho por una cadena de montaje.

Por último, nos gustaría que nos contases qué es lo más bonito que le ha pasado a Vicente Roca gracias a la música y también lo más triste, porque sabemos que en la vida rara vez algo es blanco o negro…

Yo creo que lo más bonito que te llevas de la música es el cariño del público, y la verdad que lo más triste es la propia industria en sí. Tiene caminos muy oscuros. Por eso aprovecho para decir a todos esos nuevos artistas que sean lo más fieles posibles a sus ideas y convicciones, y si eso requiere ser artista independiente que así sea.

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Entrevista: Pablo Luna