No soy muy amigo –que tampoco enemigo- de las medallas antes de llegar a la meta. A “X”, la última de Ti West (“La casa del diablo”, “The Sacrament”) no han tardado mucho en ponérsela.
Muchos la catalogan como la ‘mejor película de terror’ de este 2022, aunque éste no haya concluido aún y otras como “You Won’t Be Alone” de Goran Stolevski o “Hellbender” (producción de Toby Poser que cuenta hasta con tres directores en plantilla) se hayan estrenado también ya.
«X», un ‘horror film’ realmente logrado
A decir verdad se trata de un ‘horror film’ realmente logrado. Una olla en ebullición entretenida y luego incluso repugnante. Un molino sexy y sangriento en el cual disfrutamos de una atmósfera analógica setentera extraña y perversa. La fórmula que propone el director –un entusiasta del género de terror, eso lo intuye hasta el tato- aunque sea harto popular, es un nuevo delirio que anotar con una muesca para los amantes del slasher y el cine de terror de serie B.
Amante de lo bizarro e incómodo, del borbotón y el maquillaje extremo, esta es tu casa. De golpe y porrazo comenzaremos a conocer un grupo de personas que, aún sin saberlo, están esperando a ser rebanadas. Más bien se nos abre el telón mostrando las secuelas de algo que horrible que acaba de suceder, con varias escenas del crimen de por medio. Poco a poco se irá resolviendo el rompecabezas.
La clásica fórmula terrorifica
Todo sucede en el mismo culo de Texas –ok, realmente fue rodada en Nueva Zelanda- ¿os suena de algo?. El caso es que, aunque revivamos una vez más, pero con otras caras, la clásica fórmula que nos brindó un original como “La matanza de Texas” (Tobe Hooper, 1974) la habilidad en la que el director y su equipo nos presentan y desarrollan la trama –sobre todo artístico-visual- es de medallita en el pecho más que palmadita en la espalda ¡ya estamos con las medallas otra vez!.
Un entorno inhóspito y rural, a priori ideal para filmar sin contratiempos esa peli guarrilla. Uno de esos sitios donde se perciben las brusquedades del clima y nunca mejor dicho, el paso del tiempo. En la oscuridad de la noche, una trampa segura. Y qué decir del contexto social sureño. Tan chiflado como sectario e inaccesible.
Todo esto queda muy bien retratado en el largometraje. Por cierto, Ti West desveló en una publicación de Houston que se rodó en Nueva Zelanda debido a la Covid. El único lugar del planeta en aquel momento con cero casos. Tenía claro también que en “X” eso de la distancia social… chungo.
Un coctel audaz para nuestros sentidos
Desde la recién citada “La matanza de Texas” a “Psicosis” –varias referencias además- pasando por alguna clásica de reptiles como “La bestia bajo el asfalto” (Alligator) o “Trampa mortal”, “La visita”, “Tenebrae” de Argento y por supuesto “El resplandor”, el clasicote inolvidable de Stanley Kubrick.
Ah, sin olvidarme de una escena justo antes de acabar, y no digo más, que me recordó uno de los grandes momentos de “El vengador tóxico” de 1984. Entonces, me reí, ahora sentí liberarse dopamina.
El resultado es por lo tanto un coctel audaz ante nuestra mirada, para nuestros sentidos y muy especialmente para nuestros recuerdos, aunque adolece un poco con cada página del guión. Y en la representación de la fecha caduca de dos de sus personajes –importantísimos e impactantes a su vez- donde me patina un poco el resultado.
Concretamente en como despachan los cosméticos en esos ‘entrañables yayos’. Demasiadas pesadillas tuve ya con “El curioso caso de Benjamin Button”. Sea como sea, estamos ante un estupendo tributo al cine de adultos. Y para nada es cine de usar y tirar.
Técnicamente, es eso: cine
El título de la cinta, “X”, está muy bien tirado. Esa clasificación se daba tanto a las pelis de alto voltaje erótico como a las extremadamente violentas. En esta ocasión encontramos tanto porno como gore. Lo sorprendente es la maestría, frescura y sofisticación en la que vamos a degustarlo esta vez.
Planos cenitales, intercambio de formatos de exposición -legítimos cuando las escenas de porno mientras se filma “Farmer’s Daughters”, cinta que realmente existió a mitad de los setenta- actuaciones más que correctas (Mia Goth, “Suspiria”, se marca un doblete) y aunque cociéndose lentamente, demasiado para algunos, suma algún que otro buen giro enfermizo. Siempre de la mano de algo que nos hará pensar… mirar atrás y recordar.
Y es que otro punto interesante de la propuesta –además de un Trivial visual para los enchochaos con el género- es su intención de hacernos valorar asuntos como el anhelo, la intensidad a la hora de tasar el deseo y la carne, la peligrosidad del fanatismo religioso, la censura, que también del paso del tiempo, la fidelidad y la longevidad. Hay para todos en esta cesta.
La banda sonora de «X»
La música que baña la película nos coloca. Digo mejor nos sitúa perfectamente en el tiempo y el lugar. Hay temas de la cantante country Loretta Lynn o Jerry Reed, así como temones de aquella década (recuerdo, los 70) como “Landslide” de Fleetwood Mac, “Bad Case Of Loving You (Doctor Doctor)” de Robert Palmer o por supuesto la popular “In the Summertime” de Mungo Jerry.
Texto: Bruno Garca
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